Cine para los 5 sentidos: Claire Denis y ‘Una mujer en África’

Contra lo que pueda parecer para quien no esté bien informado, en la cartelera actual no todo son robots de tamaño descomunal, adultos al límite en Tailandia o pandas expertos en artes marciales. También hay sitio para algunas de las mejores películas del año: igual que te recomendamos Win Win Ganamos todos y Beginners (Principiantes), ahora hacemos lo mismo con Una mujer en África, toda una experiencia sensorial que merece ser disfrutada en la sala de cine.

14 películas y 23 años ha tardado Claire Denis en llegar a las salas comerciales españolas. La cineasta francesa es otra de esas figuras internacionalmente consideradas uno de los nombres más importantes del cine actual que esquiva los tétricos caminos de la distribución española. Esperemos que el celebrado estreno de Una mujer en África (una película de 2009) personifique un cambio: el buen rendimiento en taquilla de sus escasas 20 copias demuestra que se la esperaba con ganas.

En el número de julio de CINEMANÍA, nuestro compañero Nando Salvá le plantó 5 estrellas en su crítica. Muchos son los motivos para acudir al cine a sumergirse en la película de Claire Denis, pero destacamos los siguientes:

1. Hay que verla en la sala de cine. El de Denis es un cine extremadamente sensorial, que saca un partido inmenso a todos los recursos del lenguaje audiovisual. Se merece las mejores condiciones de proyección para trasladarse con ella al país indeterminado de África donde la protagonista, colona dueña de una plantación de café, se ve atrapada entre una violenta revolución popular y el gobierno corrupto.

2. Isabelle Huppert está inmensa. No es ninguna novedad, pero la actriz francesa realiza otra de sus portentosas interpretaciones. Fiel a su estilo, la cámara de la cineasta francesa se acerca y desliza junto a ella constantemente, recorriendo cada milímetro cuadrado de piel, que evoluciona de forma imperceptible hasta la desesperación.

3. La música de Tindersticks te atrapa y no te suelta. El grupo británico liderado por Stuart A. Staples es fiel colaborador de Denis. Esta es la cuarta banda sonora que hacen para la francesa, tan atmosférica y envolvente como de costumbre. Aquí una muestra en directo:

4. La textura de África respira. Olvídate de Memorias de África y demás cursiladas. Esto es otra cosa: Denis sabe muy bien de lo que habla; su padre fue administrador colonial de la República Francesa y vivió junto a él por toda África Occidental hasta la adolescencia. Toda su filmografía está empapada de esa experiencia, y éste es su retorno al continente después de Chocolat (1988), su opera prima.

5. Es una buena puerta de entrada al cine de Denis. Antes de introducirte en el corpus radical de su filmografía, con películas tan increíbles como Beau travail (1999), Trouble Every Day (2001) o L’intrus (2004), Una mujer en África puede ser un acceso más amable a la rica, punzante y generosa obra de una cineasta imprescindible.