Chris Hemsworth suda y pelea en 'Tyler Rake': el plano secuencia más bestia del año

La testosterona salta por los aires mientras Chris Hemsworth degolla a navajazos a un policía, utiliza a otros dos de escudo humano y con sus pistolas se carga a un cuarto, a un quinto, a un sexto.

Un minuto después, han caído otros cinco. Literalmente, por el hueco central de una corrala bangladesí. Disparos, ruido de helicóptero, saltos casi mortales entre azoteas, portazos de una patada, peleas a cabezazos, caídas desde un tercer piso.

Y todo esto en un frenético y largo plano secuencia, de 11 minutos, sin cambiar de plano. O, por lo menos, sin que tú te des cuenta. Lo que resulta más impresionante aún al tener en cuenta cómo ha comenzado, con una trepidante persecución automovilística por Dhaka, ciudad de Bangladesh, abarrotada y caótica, en la que Hemsworth se ha llevado por delante a medio escuadrón de policía.

Todo tiene un porqué. El responsable de este plano secuencia tan fanfarrón es el coordinador de dobles de acción de Vengadores: Endgame o Escuadrón suicida, Sam Hargrave, que ahora dirige su primera película con guion (todo queda en casa) de Joe Russo. Tyler Rake, coproducida con su hermano Anthony, es, sin ir más lejos, la adaptación de la novela gráfica Ciudad, que él mismo escribió junto a Ande Parks hace una década.

“Estaba atado al capó de un Polaris Ranger 1000 sosteniendo la cámara en mis manos y persiguiendo al Mercedes en el que viajaban nuestros héroes –cuenta el director de Tyler Rake sobre el rodaje en el que sacó bastante partido a sus dotes como doble de acción–. Ese plano dura unos 30-40 segundos. Después, pego un salto y me lanzo al asiento trasero del coche en movimiento”.

“Sam no solo nos hacía demostraciones de las escenas de riesgo, sino que dirigía esas escenas tan pegado a la acción como le era posible”, recuerda Hemsworth, cuyo personaje es un mercenario contratado para rescatar al hijo secuestrado de un capo de la mafia indio. “En un momento del rodaje su coche se estrelló con el nuestro. Cortamos y nos dimos cuenta de que se le había quedado una pierna atrapada entre los dos coches”.

El coordinador de escenas de acción Daniel Stevens añade que ensayaron la escena durante semanas. “Al usar un único ángulo de cámara todo tenía que ser perfecto”, comenta sobre la imposibilidad de cortar a otros ángulos o a la reacción de los actores al ser una toma continua. “Es complicado pero lo hace más excitante para el público que siente que está dentro de la escena”.

Después de sobrevivir a la caída desde un tercer piso, Tyler (Hemsworth) y el pequeño Ovi (Rudhraksh Jaiswal) huyen en un viejo camión por las calles de Dhaka. Perseguidos por media mafia y la policía al completo de Bangladés, se tiran en marcha del camión y, mientras ruedan por el suelo, lo ven arder de fondo, como no podía ser de otra forma, en una despampanante explosión.