Con sus cuotas de estrenos que benefician a las producciones autóctonas, y su férreo control sobre el contenido de los filmes extranjeros, la República Popular China es uno de los países que practican más alegremente la censura en el cine. Y su gusto por usar la tijera no respeta ni a los engendros xenomorfos del espacio exterior: Alien: Covenant ha sido la última víctima de los censores chinos, que se han llevado por delante un total de seis minutos de la película de Ridley Scott. Incluyendo entre ellos uno de sus momentos más interesantes.
Para empezar, China ha eliminado de Alien: Covenant varios momentos de violencia extrema. Pero lo que más nos interesa es su decisión de eliminar ese instante inolvidable en el que el androide malo David besa al androide bueno Walter. Es decir, cuando un Michael Fassbender duplicado digitalmente se propina un morreo a sí mismo. Según señala Cinemablend, esta decisión tiene su punto irónico, puesto que las autoridades chinas dejaron pasar a La bella y la bestia sin apenas cortes.
Así pues, cabe preguntarse: ¿está mejor visto por el gobierno de China ser un androide genocida y creador de monstruos que besar a una persona de tu mismo sexo? Se ve que sí.
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