'Borat 2': Sacha Baron Cohen dona 100.000 dólares a una de las víctimas de sus bromas

El corrosivo humor de Sacha Baron Cohen siempre ha tenido un límite muy concreto, y este es la probabilidad de encontrarse de vez en cuando con alguna persona decente a lo largo de sus sucesiones de bromas. En Borat Subsequent Moviefilm, secuela del film estrenado en 2006, el reportero kazajo que interpreta Cohen y que tiene el objetivo de demostrar lo podrido que está EE.UU. como país, se topa con una de estas personas. Y, así de fácil, Jeanise Jones se convierte en el centro moral de la película.

En determinado momento del film de Amazon, Borat deja al cuidado de Jones (miembro de la iglesia baptista Ebenezer, de Oklahoma) a su hija Tutar, interpreta por Maria Bakalova. Esta señora soporta con mucho aplomo los habituales comentarios machistas del personaje de Cohen, y más tarde protagoniza una emotiva escena con Tutar. En ella le convence de que no se haga la cirugía estética, y cuestiona la relación con su padre.

Cuando Jones intervino en esta escena, por supuesto, no tenía ni idea de que formaba parte del rodaje de Borat 2, y al enterarse afirmó sentirse "traicionada". "Estábamos preocupados. Rezamos por ella y le pedimos a Dios que la ayudara", insistía, tras creer que su encuentro con Bakalova había servido a un documental que buscaba denunciar a los hombres que vendían a sus hijas.

Poco después del estreno de Borat 2, varios fans han declarado en redes su admiración por alguien tan noble y empático como Jones, quien perdió recientemente su empleo por culpa de la crisis del COVID-19. Al mismo tiempo, la iglesia a la que pertenece ha organizado un crowdfunding para recaudar dinero en su ayuda de parte de los fans de Borat, iniciativa a la que se ha sumado (según recoge Entertainment Weekly) nada menos que Sacha Baron Cohen.

El cómico ha donado 100.000 dólares, y lo recaudado en GoFundMe asciende ahora mismo a más de 140.000 dólares. En lo que respecta a Jones, ella recibió 3.600 por su incauta aportación a Borat 2, y ahora cuenta con el permiso de Cohen para administrar el nuevo dinero recibido como mejor le parezca, mientras sea en concepto de la obra humanitaria de su iglesia. Pequeños gestos que destacan con luz propia dentro de un fenómeno tan cruel (pero tan hilarante) como el que supone Borat.