Biopics que nunca debieron hacerse

No todos los filmes biográficos son carne de Oscar y el camino para lograr la hagiografía perfecta también está lleno de películas para taparse los ojos.
Biopics que nunca debieron hacerse
Biopics que nunca debieron hacerse
Biopics que nunca debieron hacerse

Cuando la Navidad y la temporada de premios cinematográficos se asoman en el calendario sabemos que es momento de biopics. Aunque las biografías cinematográficas existen casi desde que el cine es cine, en los últimos quince años se han multiplicado hasta casi copar el grueso de las ficciones que nos llegan de Hollywood: hay biopics de escritores malditos, de directores de cine, de atletas como Nikki Lauda o Louis Zamperini, artistas como Margaret Keane o Turner, de políticos y hombres y mujeres de estado (Mandela, Thatcher, Lincoln), científicos (Hawking) y de músicos, los que más. Aunque, inexplicablemente todavía queden algunos, pocos, grupos de rock legendarios que todavía no tienen un biopic.

Pero el competitivo camino por lograr la película basada en personajes reales perfecta que arrase en los premios de la Academia de Hollywood también contiene algún que otro tropiezo de los de taparse los ojos. Biopics capaces de provocar la ira furibunda de los fans, hundir para siempre la carrera de sus implicados o simplemente quedar sepultados como extraños artefactos frutos de malas decisiones durante una noche de copas. Lógico que hayan pasado inadvertidos por los espectadores entre tanta avalancha de filmes hagiográficos. Hasta ahora.

Amy Winehouse: Fallen Star (2012)

Hace apenas sólo unas semanas saltaba la noticia de que Noomi Rapace encarnaría a la torturada y talentosa cantante de soul Amy Winehouse en un nuevo biopic sobre la artista al calor del éxito del éxito del documental Amy (Asif Kapadia, 2015). Pero pocos saben que ya hubo un intento de retratar su agitada vida y no menos tumultuoso espíritu en un biopic de tono amateur que paralizaría de terror a cualquiera, incluso al detractor más acérrimo de la cantante y compositora británica detrás de éxitos como Back to Black y Rehab. Lo firma Jason Boritz, quien lleva a sus espaldas un par de documentales sobre Steve Jobs y Taylor Swift. Miedo dan.

The Secret Diary of Sigmund Freud (1984)

No todo el mundo tiene el pulso cinematográfico de John Huston o David Cronenberg, aunque comparta con ambos tótems de la historia del cine pasión por el padre del psicoanálisis. El montador Danford B. Greene, habitual en la comedia estadounidense de los 70, dirigía esta aproximación sobre la figura de Freud en clave de comedia que lo cierto es que no hizo mucha gracia y sí provocó más de un silencio incómodo. Ni la presencia de Klaus Kinski o Marisa Berenson salvaron a la producción del tono de europudding catódico.

Cristóbal Colón: el descubrimiento (1992)

En la historia de los biopics suele ocurrir que dos estudios se lancen a hacer películas sobre un mismo personaje a la vez aunque en 1992 tenía todo el sentido del mundo lanzarse a producir películas sobre Cristóbal Colón. Pero para perjuicio de Warner, la versión de Ridley Scott, 1492: La conquista del paraíso, irrumpió como el filme más o menos oficial mientras que este segundo trabajo, no tan conocido como el anterior, llegó a ver a su rey Fernando, interpretado por Tom Selleck, nominado a los premios Razzie de ese año.

Doble vida (1998)

En el mismo año en que Ben Stiller rodaba Algo pasa con Mary, el actor de Zoolander seguía probando suerte en el drama con este biopic sobre el escritor Jerry Stahl, que saltó a la fama con estas memorias sobre sus años como drogadicto para más adelante, una vez desintoxicado, hacerse cargo del guión de Bad Boys II o escribir Yo, Fatty, biografíaa ficcionada del actor Roscoe Arbuckle. Más que las escenas de consumo de droga o lo sórdido de la historia, lo más trash de este biopic son las caras de un Stiller sobrepasado por las circunstancias. Suerte que más tarde apareció en su vida Noah Baumbach.

iSteve (2013)

Escrita en tres días y filmada en cinco por Ryan Perez, el equipo de Funny or Die buscaba reírse de la mirada santificadora hacia Steve Jobs con esta parodia que poca gracia hacía. En efecto, fue el primero biopic que salió sobre Jobs y aunque su intención era ser abiertamente trash, quizá tenían que haber esperado a pulir un poco más el guión y la puesta en escena. El biopic en la era del RT probablemente es algo parecido a esto.

Aaliyah: The Princess of R&B (2014)

Las TV Movies no suelen ser el formato más lujoso para ahondar en las biografías de celebridades y aunque el biopic es profuso en este ámbito, los resultados a menudo dejan a seguidores con la cara torcida. La cadena Lifetime ya dejó claro con el biopic de Brittany Murphy que lo suyo no es la sutileza, pero con el de Aaliyah despertó a los cancerberos de la artista de culto por su poco tacto y visión distorsionada de los hechos, según los familiares de la cantante, amigos y conocidos. El biopic no contó con la música original de la artista (sólo aparecían versiones) y sí estaba repleto de diálogos que parecían frases sacadas de un póster de habitación adolescente. Un monumental paso en falso.

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