Todo comenzó con un correo electrónico. Llegó a varias webs de noticias de cine, lo enviaba Think Jam (una agencia de comunicación entre cuyos clientes están grandes estudios de Hollywood) y su contenido era... un póster. Un póster que, para más señas, recordaba mucho al de El gran hotel Budapest, la película de Wes Anderson, sólo que en lugar del señorial edificio de marras, o de Ralf Fiennes ejerciendo de gerente, su protagonismo se lo llevaba un bloque de Lego color rosa. En páginas como Film School Rejects se dispararon todas las alarmas: ¿estaba LEGO a punto de lanzar un set inspirado en el filme?
La respuesta llegó horas más tarde, y fue mucho más apabullante de lo que muchos sospechaban. Y es que, para celebrar el lanzamiento de El gran hotel Budapest en edición doméstica, la distribuidora Fox Searchlight se había procurado los servicios del modelista Ryan Zegelbauer y otros ocho expertos en bloques de plástico. La misión del equipo: reconstruir el edificio entero usando LEGO. La empresa requirió 575 horas de trabajo y más de 50.000 ladrillos: menos de los que serían necesarios para legolizar el colegio Hogwarts a escala real, pero los suficientes para un impresionante trabajo que se expone actualmente en un centro comercial de Los Ángeles. Echadle un vistazo al vídeo, porque merece mucho la pena...
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