Así ha sido (en castellano) el discurso navideño de Kevin Spacey

Ayer por la noche, Kevin Spacey irrumpió en la Nochebuena con un extraño discurso que todavía no sabemos si entraba más en el terreno de la genialidad o del ridículo, y buena prueba de esto último es la cantidad de memes que Internet le ha dedicado desde anoche.

Por si estás de visita en una casa sin Wi-fi y no quieres gastar datos, o si te cuesta entender el acento de Kevin Spacey haciendo de Frank Underwood, hemos traducido el discurso completo del que todo el mundo habla:

Sé lo que quieres. Han tratado de separarnos, pero lo que hay entre nosotros es demasiado fuerte, demasiado poderoso. Después de todo, hemos compartido todo. Te he contado mis más profundos y más oscuros secretos. Te he enseñado de lo que la gente es capaz. Te he sorprendido con mi honestidad, pero por encima de todo te he retado y te he hecho pensar. Y tú has confiado en mí, aunque pensaras que no debías hacerlo. Así que no hemos acabado, no importa lo que digan. Y por encima de todo, sé lo que quieres. Querías que volviera.

Por supuesto, algunos se han creído todo y han estado conteniendo el aliento esperando a escucharme confesar. Se han muerto de ganas esperando que dijera que todo es cierto y que tengo lo que me merecía. ¿No sería eso lo fácil? Solo tú y yo sabemos que nada es tan sencillo. Ni en la política ni en la vida. ¿Pero no creerás todo lo que se ha dicho sin tener pruebas? ¿Verdad? No serías capaz de juzgar sin conocer los hechos, ¿Verdad? ¿O lo has hecho? No, tú no. Eres más inteligente que todo eso. De todas formas, por culpa de estas suposiciones hemos tenido un final inesperado y nos han privado de una despedida memorable.

Si algo hemos aprendido en todo este tiempo es que no podemos descartar nada ni en la vida ni en el arte. no tenemos que tener miedo de lo que dijimos ni de lo que hicimos y tampoco podemos tener miedo ahora mismo, porque puedo prometerte algo: si no he pagado por las cosas que sabemos que he hecho, desde luego que no voy a hacerlo por las que no.

Dirán que soy un irrespetuoso por no someterme a las reglas de los demás, como si alguna vez lo hubiera hecho. Nunca lo hice y eso te encantaba. A pesar de las tonterías, de la hostilidad, de los titulares de prensa, del juicio popular, a pesar de todo, a pesar incluso de mi propia muerte, me siento muy bien y mi confianza crece cada día. Muy pronto conocerás la verdad. Porque, ahora que lo pienso... Nunca me has visto morir ¿Verdad? Las conclusiones pueden ser tan engañosas...

¿Me echas de menos?