Así ha crecido Mara Wilson, la pequeña protagonista de 'Matilda'

Macaulay Culkin sigue siendo el niño prodigio por excelencia de los 90. Sobre todo por ese taquillazo que se hizo tan popular en 1990, Solo en casa. Pero, ocurre habitualmente con la mayoría de jóvenes promesas a tan temprana edad, su carrera posterior ni fue un camino de rosas ni tuvo la continuidad esperada.

Lo mismo le pasó a la pequeña Mara Wilson, conocida por ser la protagonista de Matilda, la adaptación del mágico relato escrito por Roald Dahl dirigido por Danny DeVito (que también se reservó el papel de padre de la protagonista). La historia de esa niña con poderes telequinéticos rodeada de mayores estúpidos y egoístas se convirtió en uno de esos títulos que marcan una generación, la que creció en los 90.

Mara tenía ocho años cuando la rodó. Pero, como ella misma reconocería años después, ese periodo que debía ser de felicidad o para disfrutar de la fama fue en realidad una época muy desgraciada. Mara Wilson tiene ahora mismo 32 años.

Su madre Suzie Saphiro Wilson, una ama de casa, intentó apartarla de los caprichos y manías propias de las celebridades. Su representante por entonces, Bonnie Liedtke, explicaría que “su madre la trataba de un modo muy diferente al resto de mamás de estos niños”. Contó la anécdota de que en una ocasión, durante un rodaje en Chicago, cuando Mara pidió ir al baño rápidamente se solicitó que la acompañaran un par de asistentes. Su madre cortó la orden en seco: “¡Ella solo quiere ir al baño! ¡Necesita ser una niña normal!”.

“Las únicas estrellas están en el cielo” era su lema. Pero Suzie, madre de tres niños y dos niñas (Mara era la mayor de las dos), no pudo estar demasiado tiempo al lado de su hija. En febrero de 1995 se le diagnosticó cáncer de mama y falleció a finales de abril del año siguiente, tres meses antes del estreno de Matilda.

“Tengo recuerdos muy vagos de la primicia”, reconocería Mara de adulta, que también agradeció el extraordinario trato que le dispensaron durante el rodaje Danny DeVito y su esposa (tanto en la ficción como en la vida real) Rhea Perlman. Padres horribles en la ficción de Matilda, adorables en el plató.

Sí. Era tierna, muy tierna. Mara Wilson había debutado a los tres años en publicidad. Pero en 1993, con apenas seis, ya intervino en la serie Melrose Place y debutó en el cine con Señora Doubtfire, como hija pequeña del personaje de Robin Williams.

Al año siguiente se estrenaría su segundo largometraje, Milagro en la ciudad (1994), una historia navideña remake del clásico de 1947 De ilusión también se vive. Le encantaba el personaje de Susan, pero al director Les Mayfeld lo que le encantó fue esa ternura que desprendía Mara, perfecta para ganarse el corazoncito de los más adultos. Así que prefirió potenciar esa cualidad por encima de otras, como el carácter despierto e inteligente de la niña protagonista. En sus escenas incluso se iba a acostar sin quietarse el lacito rojo del pelo. Y es que se veía “tan tierna”, justificaría el director.

Pero Mara guarda un recuerdo horrible de esa experiencia, concretamente una durísima reseña que parecía más propia de un psicópata que de un crítico de cine: “En vez de apuntar a directores y productores que tratan a los niños como muñecas, reservó su ira para mí. Cuando me veía sonreír, todo lo que quería era (en cita textual) 'zarandearla de sus pequeños y adorables hombros hasta que sus dientes chirríen’".

Después de rodar El hada novata (1997) y diversos trabajos en televisión, en el año 2000 encontraría en la directora Britt Allcroft otra amiga protectora. “Una persona gentil, un poco excéntrica, como una abuela, que estaba llena de ideas”. Así que no pudo negarse a ponerse a sus órdenes en Thomas and the Magic Railroad junto a Alec Baldwin y Peter Fonda.

Sin embargo, la pequeña Mara estaba creciendo y a sus 12 años empezaban a notársele los pechos. De manera que Allcroft le dijo “Tu cuerpo ha cambiado. Nos dimos cuenta de los cambios al revisar las tomas. Así que tal vez podrías usar un sostén deportivo”. Ella se puso a llorar y la directora la consoló: “No te pongas triste. No es nada malo. Las tetas son algo fabuloso”.

“A los 13 años ya nadie me decía cosas bonitas o me trataba como antes”. Los papeles que le ofrecían eran más bien los de la amiga gorda de la adolescente guapa. Y fue en el casting para Misión sin compromiso (Catch that Kid) de 2004 cuando definitivamente optó por dejar la interpretación. El papel protagonista fue a parar a una jovencita Kristen Stewart, de 13 años. Mara se comparaba además con otras jóvenes estrellas de su generación que empezaban a despuntar, como Keira Knightley (dos años mayor que ella) o Scarlett Johansson  (con casi tres años más) y pensó que nunca podría ser como ellas.

A partir de los 13 años se le diagnosticó depresión, ansiedad y trastornos obsesivos compulsivos. Y desde el año 2000 prácticamente abandonó la interpretación. ¿Cómo logró encarar su vida? Sus estudios de teatro en la Universidad de Nueva York la hicieron descubrir que tal vez la interpretación o estar ante las cámaras no era lo suyo, pero en cambio la literatura sí. Y, además, escribir le resultaba más creativo, divertido y libre. Mientras, sus fans se preguntaban por ella o circulaban bulos sobre lo que le podría haber sucedido.

Desde entonces Mara se ha ido reinventando como escritora o a través de sus intervenciones en las redes sociales, mediante diversos artículos en medios de Internet, su blog personal, como youtuber, colaborando en podcasts, haciéndose visible en su cuenta de Instagram o en Twitter "(con el nombre de Mara "Get Rid of teh Nazis" Wilson, muy comprometida con temas sociales y políticos, y con más de medio millón de seguidores), o en monólogos que pueden encontrarse en Internet y mostrando un gran sentido del humor. También vídeos enseñando técnicas de respiración o dando consejos basados en su experiencia sobre la ansiedad y la depresión.

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Entregada a su vocación, en 2016 publicaría su biografía, Where Am I Now: True Stories Of Girlhood And Accidental Fame (¿Dónde estoy ahora?: Historias verdaderas de la fama accidental). Estaba claro que con la etapa de Matilda y niña prodigio había hecho borrón y cuenta nueva. Aunque de alguna manera sigue vinculada al mundo del espectáculo, cine o televisión, por su trabajo como actriz de doblaje, por ejemplo, en las series de televisión BoJack Horseman y Big Hero 6.

También en 2016, Mara Wilson publicó un tuit declarándose bisexual. "Yo en un club gay cuando tenía 18 años".

Se declaraba heterosexual con contactos homosexuales. “En la comunidad LGTBI siempre me he sentido como en casa, especialmente cuando descubrí algo nuevo sobre mí".

También en su autobiografía contaba que: “Con 20 años comprendí que debía afrontar el hecho de que estaba enamorada de Lucy Liu. Me di cuenta cuando trabajé con ella en una comedia (…) No me atrae un único género. Me gustan los hombres, las mujeres y algunas personas que no se consideran ni lo uno ni lo otro. Creo que eso explica muchas cosas sobre mí. Me pone en perspectiva. Así, por ejemplo, yo jugaba a ser un carpintero en el jardín de infancia. Y también recuerdo eso, que un día me sentí muy mal porque Lucy Liu no se presentó a trabajar a causa de una indigestión”.

En verano de 2018 se hizo viral en las redes sociales el Matilda Challenge, y que llegó a sorprender a la misma exactriz.

Se trataba de recrear una de las más famosas escenas de la película de Danny DeVito, en casa encendiendo y apagando luces, moviendo cereales, objetos y libros al ritmo de la canción Little Bitty Pretty One de Thurston Harris (el “desafío de Matilda” en Twitter se puede ver en el hashtag #MatildaChallenge). Y es que la sombra de Matilda es alargada. Muchísimo.

Pero nos quedamos con sus propias palabras sobre los traumas, malentendidos y conflictos que puede generar la fama a tan tierna edad y al crecer, y que ella misma dejó constancia en su biografía:

(Imagen de Mara Wilson en la primicia de 'Puñales por la espalda', en noviembre de 2019 en Los Angeles)

Citas extraídas de: