Así ayudó Michael Bay a declarar la Guerra de Irak

Los servicios de inteligencia británicos fusilaron parte del argumento de 'La Roca' para afirmar la existencia de armas de destrucción masiva
Así ayudó Michael Bay a declarar la Guerra de Irak
Así ayudó Michael Bay a declarar la Guerra de Irak
Así ayudó Michael Bay a declarar la Guerra de Irak

A estas alturas, sabiendo que las famosas armas de destrucción masiva no estaban allí, y que la intervención de EE UU y sus aliados sólo ayudó a empeorar la situación en la zona, es fácil pensar que la Guerra de Irak ha sido una de las mayores catástrofes geopolíticas de la historia reciente. Ahora bien: lo que nunca hubiéramos pensado es que, además de George W. Bush, Tony Blair, José María Aznar y otros mandatarios implicados, andaría de por medio alguien de quien solemos hablar en esta web con relativa frecuencia. Alguien a quien, de hecho, hemos llegado a exigir disculpas por alguna razón que otra. Ese hombre es Michael Bay. Y la trama que explica cómo ayudó (indirectamente) a desencadenar el conflicto está a la altura del Quemar después de leer de los hermanos Coen. O, ya puestos, del escalofriante retrato de la estupidez humana que él mismo trazó en Dolor y dineroPero sin culturistas.

Al grano: según el informe Chilcot (una investigación sobre los factores que causaron la Guerra de Irak, recogida por The Hollywood Reporter), algunos agentes del MI6 británico andaban a la busca de excusas para convencer a las autoridades internacionales de que el régimen de Saddam Hussein poseía, efectivamente, armas químicas que justificarían una intervención militar. En el documento de rigor, dichos agentes afirmaron que una "fuente extraordinaria" con acceso privilegiado a la inteligencia iraquí había encontrado dichas armas, señalando que estas se encontraban dentro de unas "esferas de vidrio" en la fábrica de Al-Yarmuk. Según detalla el informe Chilcot, los contenedores esféricos de vidrio no se han usado nunca en la realidad para almacenar sustancias tóxicas. Pero sí se han usado en el cine. Concretamente, en cierta película de Michael Bay titulada La Roca (1996).

Efectivamente: hablamos del segundo largometraje de Bay, aquel en el cual Nicolas Cage Sean Connery se infiltraban en la cárcel de Alcatraz para detener al militar renegado Ed Harris. Un villano que pretendía chantajear al gobierno de EE UU... usando armas químicas robadas. Así pues, los espías británicos usaron detalles de la película de Bay para camelar a la ONU y otras instituciones, ayudando así a los planes de Tony Blair para implicarse a toda costa en la guerra y hacer méritos frente a EE UU. Ni John Le Carré en un día de resaca hubiera concebido un plan tan ruin y tan chapucero a la vez: posteriormente, se comprobó que los datos de la presunta fuente iraquí (en caso de que esta hubiese existido) mentía como una bellaca. Pero la invasión de Irak ya había comenzado, y nada podía hacerse al respecto. Por ahora, Michael Bay no ha hecho declaraciones sobre este particular, pero sospechamos que incluso él se habrá sentido abochornado.

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