Antología de directores asiáticos estrellados en Hollywood

La afición de Hollywood a importar talento extranjero ha sido una constante desde sus inicios. De hecho, grandes parcelas del imaginario del cine norteamericano son obra de autores de fuera de EE UU (Ernst Lubitsch, F. W. Murnau, Fritz Lang, Alfred Hitchcock, Douglas Sirk, Billy Wilder, Otto Preminger, Paul Verhoeven), pero otras veces las relaciones entre el talento internacional y la maquinaria industrial hollywoodiense no han sido tan fluidas. Hace un tiempo ya hablamos de directores internacionales que acabaron renegando de la experiencia y ahora, coincidiendo con el estreno de Stoker, la primera película estadounidense del surcoreano Park Chan-wook (Oldboy), lo que haremos es centrarnos en unos cuantos directores asiáticos que, en el mejor de los casos, no dieron sus obras más logradas al trabajar en Hollywood y, en el peor (o mayoritario), entregaron auténticos desastres.

Wong Kar-wai

En EE UU: My Blueberry Nights (2007)

Selección fuera de EE UU: Days of Being Wild (1990), Chungking Express (1994), Ashes of Time (1994), Fallen Angels (1995), Happy Together (1997), Deseando amar (2000), 2046 (2004)

Una de las mayores decepciones de la década pasada fue la aventura en inglés de Wong Kar-wai, en la que el peculiar estilo visual del cineasta perdió toda su elegancia y delicadeza para convertirse en cliché cursi al afrontar una road movie por el interior de EE UU con Norah Jones como injustificable protagonista. El resultado fue tan rancio y empalagoso como un muffin de arándanos de la semana pasada. Afortunadamente, Wong promete un regreso por todo lo alto con The Grandmaster.

John Woo

En EE UU: Blanco humano (1993), Broken Arrow (1996), Cara a cara (1997), Misión: Imposible 2 (2000), Windtalkers (2002), Paychek (2003)

Selección fuera de EE UU: Un mañana mejor (1986), El asesino (1989), Una bala en la cabeza (1990), Hard Boiled (1991), Acantilado rojo (2008)

El director chino criado en Hong Kong puede ser el ejemplo arquetípico de lo que hablamos: una carrera refulgente, inventiva y poderosa fuera de Hollywood que, al llegar a la Meca del Cine, se desinfla paulatinamente cada vez más. Yo mismo me cuento entre los fans de Blanco humano o Cara a cara y sus récords de sandeces, pero es innegable que el pathos de los tiroteos y cámaras lentas de virguerías como Un mañana mejor, El asesino, Una bala en la cabeza o Hard Boiled (lo que hizo que Woo revolucionara el cine de acción de los 90, vamos) se perdieron al cruzar el Pacífico.

Takeshi Kitano

En EE UU: Brother (2000)

Selección fuera de EE UU: Violent Cop (1989), A Scene at the Sea (1991), Sonatine (1993), Kids Return (1996), Haba-bi (1997), El verano de Kikujiro (1999), Dolls (2002), Zatoichi (2003), Takeshis' (2005), Outrage (2010)

El impertérrito cineasta japonés no llevó nada mal su pequeña incursión en Hollywood, por mucho que él no quedara demasiado contento del resultado y decidiera no volver a rodar fuera de Japón. Quizás ayude a ver con mejores ojos la película que él mismo interprete a un yakuza desorientado al sobrellevar un exilio en Los Ángeles. Eso y que Kitano no dejó de contar con sus colaboradores Katsumi Yanagijima a la fotografía y Joe Hisaishi a la música, claro.

Kim Jee-woon

En EE UU: El último desafío (2013)

Selección fuera de EE UU: Dos hermanas (2003), A Bittersweet Life (2005), El bueno, el malo y el raro (2008), Encontré al diablo (2010)

El compatriota surcoreano de Park no tuvo ninguna suerte en la taquilla norteamericana con su vehículo para el regreso de Arnold Schwarzenegger a la primera línea, pero eso no quita que la película en sí, fiel a su voluntad de hibridar géneros sin reparos (tiene acción, comedia, western y drama rural), fuera un divertimento en toda regla. Claro está, a una escala de elaboración mucho menor que cualquiera de sus tres largometrajes anteriores.

Tsui Hark

En EE UU: Double Team (1997), En el ojo del huracán (1998)

Selección fuera de EE UU: Zu, los guerreros de la montaña mágica (1983), Peking Opera Blues (1986), A Better Tomorrow III (1989), Érase una vez en China (1991), The Blade (1995), Time and Tide (2000), Siete espadas (2005)

A decir verdad, este histórico del cine de artes marciales de Hong Kong ya estaba más que curtido y las había visto de todos los colores; no es para menos, con más de 40 títulos dirigidos y una importante carrera como productor a la espalda. De hecho, fue él quien quiso llamar la atención del mercado estadounidense rodando en inglés The Master (1992), con Jet Li. Sin embargo, fue con su doblete para Jean-Claude Van Damme cuando llegaron los dólares americanos (aunque no rodó allí) y las increíblemente bizarras y desacertadas decisiones de cásting para sidekicks de los Músculos de Bruselas: ¿Dennis Rodman y Rob Schneider? ¿Por qué?

Hideo Nakata

En EE UU: The Ring 2 (2005)

Selección fuera de EE UU: Ringu: El círculo (1998), El círculo 2 (1999), Dark Water (2002), Kaidan (2007)

Hubo un tiempo en el que fue considerado como el gran maestro actual del cine de terror japonés (sí, esos casos de enajenación colectiva ocurren) y Hollywood se pirraba por sus películas; aquí fue donde empezó la fiebre por el j-horror. Por su parte, Nakata tuvo que soportar la humillación de que, si bien Gore Verbinski había realizado un digno remake "a la americana" de su seminal Ringu, fue él a quien llamaron para firmar la secuela. Lo que perpetró quizás sólo tenga sentido como una forma de retorcida tortura hacia Naomi Watts y el espactor occidental medio.

Takashi Shimizu

En EE UU: El grito (2004), El grito 2 (2006)

Selección fuera de EE UU: La maldición (2002), La maldición 2 (2003), Seres extraños (2004), Rinne (2005)

Mientras Hideo Nakata se llevó la fama en la ola del j-horror, aquí el bueno de Takashi Shimizu es el que se puede decir que experimentó la pesadilla en sus propias carnes. Como si de un diabólico eterno retorno se tratara, el japonés llegó a firmar seis variaciones sobre la misma casa embrujada con fantasmas melenudos y el odio acumulado por sus anteriores inquilinos. Cuatro veces en Japón (dos telefilmes y dos largometrajes para cine) y dos en Hollywood: remake más secuela, ambos con Sarah Michelle Gellar pidiendo hora para intentar cambiar su vida como sea.

Hermanos Pang

En EE UU: The Messengers (2007), Bangkok Dangerous (2008)

Selección fuera de EE UU: Bangkok Dangerous (1999), The Eye (2002), The Eye 2 (2004), The Eye: Infinity (2005), Re-Cycle (2006)

Con el frenesí del horror japonés, todo lo que resultara asiático y escalofriante con pelos largos acababa de alguna forma en Hollywood. Es lo que ocurrió con The Eye, el éxito hongkonés de los hermanos Danny y Oxide Pang, que dio pie a una trilogía y, cómo no, a su propio remake infecto. Pero tranquilos, porque esta vez no se lo endosaron a ellos, sino a los franceses (?) David Moreau y Xavier Palud, mientras que para los Pang había reservado un poco de terror rural con fantasmas mediocres más una Kristen Stewart pre-Crepúsculo y, lo que es peor, un remake con niveles de locura capilar de Nicolas Cage por encima de la media, a partir de su opera prima, el thriller tailandés Bangkok Dangerous. Para que ellos se pongan a hablar de sustos.

Ryûhei Kitamura

En EE UU: El vagón de la muerte (2008), No One Lives (2012)

Selección fuera de EE UU: Versus (2000), Azumi (2003), Sky High (2003), Longinus (2004), Godzilla: Final Wars (2004),

Una adaptación digna pero poco virtuosa de un relato de los Libros de sangre de Clive Barker fue la carta de presentación del excesivo cineasta japonés, famoso por su capacidad de trasladar la sensibilidad manga y anime al cine de carne y hueso. La verdad es que viendo a Bradley Cooper frente al carnicero del metro de Nueva York no tuvimos demasiada sensación de eso...

La excepción: Ang Lee

En EE UU: La tormenta de hielo (1997), Cabalga con el diablo (1999), Hulk (2003), Brokeback Mountain (2005), Destino: Woodstock (2009), La vida de Pi (2012)

Selección fuera de EE UU: El banquete de boda (1993), Comer, beber, amar (1994), Tigre y dragón (2000), Deseo, peligro (2007)

El multipremiado director taiwanés es la gran excepción a esta lista de pinchazos (o, directamente, batacazos) asiáticos en suelo norteamericano que llevamos enumerando. No sólo porque algunas de sus primeras películas, como El banquete de boda o Comer, beber, amar, ya contaron con parte de capital estadounidense, o porque ha trabajado en Reino Unido (Sentido y sensibilidad) con tan buena fortuna como cuando ha vuelto a casa (Deseo, peligro), sino porque, salvo Tigre y dragón, ha sido bajo el manto de Hollywood donde han tenido lugar sus mayores éxitos (La tormenta de hielo, Brokeback Mountain, La vida de Pi)... aunque no hay que olvidar que también sus mayores fracasos, el último tan reciente como Destino: Woodstock.

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