Angelina Jolie: "No he visto todas mis películas"

Que levante la mano quien nunca haya sucumbido a los encantos de Morfeo durante una película. Angelina Jolie no podría hacerlo, pues, como ha confesado ella misma, lo suyo es prácticamente automático. "Brad [Pitt] bromea conmigo porque cuando veo una película me quedo dormida en cinco minutos. Soy horrible. Hay algunas de mis películas que no he visto nunca", ha afirmado la actriz, tal y como cuenta Vanity Fair.

La actriz no consigue aguantar despierta casi ninguna película hasta el final, pero hace un esfuerzo especial cuando se trata de las que protagoniza su pareja, Brad Pitt, junto con quien se hace cargo de seis hijos. De hecho, disfrutó mucho de la larga y pausada El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford: "Creo que me gustó 'Jesse' porque sabía lo duro que había trabajado en ella. Es interesante: cuando vives con un actor no es la película lo que respetas, sino el proceso. Sé que corrió riesgo con ella, luchó por ella, se mantuvo firme en lo que pensaba. No cedió cuando la gente le presionaba, e hizo una magnífica película", ha dicho Jolie.

Si bien la película de Andrew Dominik y sus 160 minutos demuestran que si la actriz está bien motivada puede aguantar perfectamente, ¿qué títulos de su filmografía reciente no habrá visto? Desde CINEMANÍA nos gustaría advertirle seriamente contra el particular alto grado de somnolencia de algunos de sus trabajos de los últimos diez años (dejemos Gia fuera de todo esto):

Pecado original (Michael Cristofer, 2001)

Ese año Jolie compartió nominación a los Razzie por Tomb Raider y esta película, pero mientras que en la adaptación del videojuego de Lara Croft por lo menos había escenas de acción sin sentido, respeto por las leyes de la física o vergüenza, en su drama romántico y supuestamente tórrido con Antonio Banderas sólo hay mucho tedio repartido entre escenas de cama al estilo Hollywood (es decir, más tedio). Si tiene interés por ver la misma historia bien contada, mejor que se ponga La sirena del Misisipi, de Truffaut.

Lara Croft Tomb Raider: La cuna de la vida (Jan de Bont, 2003)

La secuela de Tomb Raider es famosa por ser capaz de llevar las insensateces de la primera película a un nuevo nivel... más aburrido aún. La sensación de ver jugar a un videojuego sin tener oportunidad de tocar los mandos se acrecenta, lía con una intrascendente búsqueda de la Caja de Pandora y ya no se salva ni la acción.

Amar peligrosamente (Martin Campbell, 2003)

Ni un artesano eficiente como Campbell ni el carisma de Clive Owen salvan del naufragio a este armatoste que Jolie quiso a mayor gloria del ensalzamiento de sus labores humanitarias (al mismo tiempo publicó el diario de viajes de su trabajo con ACNUR) y que, ambientado en Etiopía, se rodó en Tailandia, Namibia y Canadá. Muy bien.

El turista (Florian Henckel von Donnersmarck, 2010)

Bien, ahora parece que Ricky Gervais no iba tan desencaminado en su famosa puya a la película de Johnny Depp y Jolie en los Globos de Oro: no la han visto ni sus protagonistas. La verdad es que se hace complicado aguantar hasta el final un supuesto thriller con la emoción en grado de congelación. Por otra parte, puede que Jolie tampoco se sintiera obligada a verla porque no la había protagonizado ella, sino una réplica de porcelana.

Salt (Philip Noyce, 2010)

¿Cómo converitr la experiencia de ver una trepidante película de acción al límite tan entretenida como la observación de la niebla de un televisor? Pregunten a Philip Noyce, que consiguió que en este papel de agente doble-o-nada Jolie fuera una de las heroínas más insulsas de su filmografía. Que ya es decir.