Ana Katz: "El cine busca nuevas formas de representar lo femenino"

Un parque. Ese lugar tan aburridamente cotidiano donde los niños juegan y los perros corretean. Allí es donde Liz, madre primeriza, pasa los días cuidando a Nicanor. Su marido se encuentra trabajando en Chile, mientras ella pasea todas las tardes con el pequeño y charla con otros padres que están en su misma situación. Miedos, dudas, paranoia, lloros... ¡sorpresa!, los niños no viene con un manual de instrucciones bajo el brazo.

Mi amiga del parque, de la directora y actriz argentina Ana Katz, ahonda en los convencionalismos y prejuicios que contaminan la maternidad. La película, una tragicomedia con toques de intriga que se hizo con el Premio Especial del Jurado a Mejor Guión Dramático en el Festival de Sundance 2016, se presenta este viernes a las 22:30 en Sundance TV dentro del ciclo Fresh From Sundance.

“La idea nació de mi propia experiencia", asegura la directora argentina. "Cuando iba al parque con mi hija Helena, me di cuenta de que eran espacios vacíos, lugares de padres y madres, ajenos a la ciudad que sigue en pleno movimiento. Era como estar en otro lugar en paralelo, el de la crianza”. La maternidad y el cuidado del recién nacido son los dos pilares fundamentales sobre los que se sustenta este "thriller doméstico de madres con cochecitos, que podría pasar a cualquiera", como lo define la propia Katz.

La felicidad del primer hijo se le presenta a la protagonista con muchas "aristas": “El cine no ha dado espacio a las complejas emociones que acarrea la maternidad". Mi amiga del parque plantea una revisión de estereotipos sociales: “Lo que aparece en los anuncios de champú, esas madres con sus bebés, es un producto, no la realidad”. Lejos de esa imagen idealizada, Katz refleja con Liz a una madre en plena adaptación a su nuevo rol, "perdida y sola, desesperada por no poder amamantar a su bebé".

En esos momentos de fobias e inquietudes, conoce a las hermanas R: Rosa y Renata. Rebeldes y enigmáticas, muestran a la protagonista otra manera de ser madre. "Rosa hace libre a Liz, le descubre un tipo de maternidad de aventuras. Parece peligrosa pero finalmente resulta ser una aliada", apunta la directora sobre esta mujer a la que da vida en la película, capaz de huir de un bar sin pagar la cuenta (y con una pequeñaja a cuestas).

Pero no todo gira en torno a las madres. ¿Qué hay de los niños? Porque eso de grabar con bebés no suele ser fácil: “Antes de la película, pensábamos que se trataría del principal desafío, pero no lo fue. Era un espacio casi documental: trabajábamos al ritmo del bebé, en un clima muy armónico". Los acompañaba la madre del protagonista recién nacido, que en un momento de la grabación, "miró el proyector donde estábamos visualizando la escena y lloró”, recuerda Katz.

“Estamos acostumbrados a contar y mirar relatos desde una óptica masculina, ya sea a través de directores o de directoras, pero ahora el cine busca nuevas formas de representar lo femenino”. Bien lo sabe ella, que ha hecho de esta afirmación el motor de su arte. Por eso, no es de extrañar que haya protagonizado recientemente Kiki, el amor se hace: "Fue maravilloso, un regalo. Paco León me parece supersensible y brillante. Compartimos la manera de entender las cosas con humor. Como actriz me divertí muchísimo”.

Katz, que ha dirigido previamente tres largometrajes (El juego de la silla, Una novia errante y Los Marziano), quiere seguir contribuyendo a ese nuevo cine que se está gestando, "que rompe con lo establecido", tanto delante como detrás de la cámara.