Esta casa es una ruina: todas las películas sobre la leyenda de Amityville

Todos los incontables intentos por exprimir la macabra leyenda del número 112 de Ocean Avenue en Amityville, Nueva York.
Esta casa es una ruina: todas las películas sobre la leyenda de Amityville
Esta casa es una ruina: todas las películas sobre la leyenda de Amityville
Esta casa es una ruina: todas las películas sobre la leyenda de Amityville

El 13 de noviembre de 1974, el joven Ronald DeFeo Jr., de 23 años, mató con un rifle a sus padres y cuatro hermanos pequeños mientras dormían en su casa del 122 de Ocean Avenue en Amityville, Nueva York. Un año más tarde, el matrimonio Lutz se mudó con sus tres hijos a la misma mansión de estilo colonial; 28 días después, abandonaron la casa aterrorizados por supuestos fenómenos paranormales vinculados con los asesinatos.

Esta concatenación de eventos ha dado pie a una de las sagas de terror inmobiliario más destartaladas del cine reciente.

LA ORIGINAL

Terror en Amityville, 1979

En 1977, Jay Anson publicó un bestseller relatando los hechos y de ahí nació la película dirigida por Stuart Rosenberg (La leyenda del indomable), con James Brolin y Margot Kidder como los Lutz y una estridente partitura de Lalo Schifrin. A día de hoy, sigue siendo lo más parecido a una entrega medianamente digna en la saga.

LA PRECUELA

Amityville II - La posesión, 1982

Con Tommy Lee Wallace al guion y el italiano Damiano Damiani dirigiendo, la respuesta al éxito de Amityville fue ir al pasado para relatar la masacre de los DeFeo. Pero los renombró Montelli y sentó la base para que futuras secuelas tiraran la continuidad por la ventana.

LA SECUELA 3-D

El pozo del infierno, 1983

Un Richard Fleischer cerca del final de su carrera se subió al carro del terror tridimensional de los primeros 80 en esta desganada continuación marcada por disputas legales (la familia Lutz prohibió usar su nombre), efectos baratuelos, un demoño de látex con ojos saltones y Meg Ryan jugando a la ouija con chaqueta vaquera.

LA DESLOCALIZACIÓN

La fuga del diablo, 1989

A estas alturas ya da igual todo, así que esta secuela ni se desarrolla en la infausta casa. El mal reside en... ¡una lámpara de pie que perteneció a los DeFeo! El objeto poseído es tan peligroso que mata a uno de los personajes de tétanos tras hacerse un corte en un dedo manipulándola. ¡Ay!

EL REMAKE

La morada del miedo, 2005

El más deslucido de los remakes de la Platinum Films de Michael Bay contó con Ryan Reynolds como patriarca de los Lutz, pero no aportó nada más allá de los tics coyunturales del terror de la época y a Rachel Nichols (entonces en Alias) como la canguro más incompetente que ha visto el género. ¡Que ya es decir!

LA POSTMODERNA

Amityville: El despertar, 2017

En 2012, el reivindicable Franck Khalfoun (Parking 2, Maniac) iba a dirigir una versión found footage de la historia para Blumhouse, pero tras muchos vaivenes de producción acabó reescribiendo por completo el guion. El resultado final, con Jennifer Jason Leigh de madre sufridora, Bella Thorne de hija rebelde y Cameron Monaghan como su hermano en estado vegetativo, es tan deudora del sello Insidious como del metalenguaje de Scream: los protagonistas ven en dvd las películas anteriores ambientadas en su casa.

Y ADEMÁS...

La cuarta entrega de la franquicia abrió la barra libre de películas basadas en el mobiliario de la casa; hubo continuaciones sobre un reloj (Amityville: Es cuestión de tiempo, 1992), un espejo (Amityville: Una nueva generación, 1993) y hasta una casita de muñecas (Amityville 8: La casa de las muñecas, 1996). La maldición también se extendió a la propia Amityville: la casa parroquial (Amityville 5: La maldición de Amityville, 1990), el hospital psiquiátrico (Amityville: Asylum, 2013) y el cine del pueblo (2016) han tenido sus propias posesiones. Solo son una muestra de la docena de secuelas directas a vídeo que han salido desde los 90.

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