Al ejército de EE UU no le gusta 'Los Vengadores'

Que al director y guionista Joss Whedon no le hacen mucha gracia las figuras de autoridad en general, y los militares en particular, es algo que salta a la vista. Tanto en sus series (especialmente en Firefly) como en sus cómics, esta antipatía siempre se ha mantenido constante, pero ahora ha acabado por tener consecuencias sorprendentes: al ejército de EE UU le ha hecho tan poca gracia su tratamiento de los asuntos castrenses en Los Vengadores que, tras leer el guión de la película, decidió negar su colaboración a Marvel Studios. Algo que sorprende, dado que los chicos con galones y la Casa de las Ideas sí habían trabajado juntos en películas como Iron Man.

A efectos de la producción, la negativa no supuso más problemas que añadir digitalmente imágenes de esos aviones (como el polémico F-22 Raptor) a los que Marvel no tuvo acceso, pero indagar en sus causas ofrece alguna sorpresa. Porque, ¿qué es lo que ha puesto tan nervioso al Pentágono? ¿Será el tratamiento más bien torvo que Whedon dispensa a Nick Furia (Samuel L. Jackson) y a sus chicos de SHIELD? ¿O más bien las insinuaciones de que [SPOILERS] el Gobierno estadounidense tiene planes siniestros para el Tesseracto [/SPOILERS]? Pues ni una cosa ni otra, sino algo que, bien mirado, da bastante risa: la imposibilidad de localizar a SHIELD en su cadena de mando.

"No podíamos establecer claramente ante quién responde SHIELD, si la organización trabaja para el Ejército o si es el Ejército el que está a su servicio", comentó al respecto el portavoz del Departamento de Defensa de EE UU, Phil Straub. Y concluye: "Una vez nos topamos con ese obstáculo, decidimos que no queríamos tener relación con la película". Si Straub y sus superiores leyesen más tebeos, no obstante, podemos decir que la agencia de Nick Furia fue creada por Stan Lee y Jack Kirby en 1965 como una contrapartida de la CIA en el Universo Marvel. Y que, dependiendo de quién escriba los guiones, está controlada bien por un difuso Directorio (la opción escogida por Whedon), bien por las Naciones Unidas.

Por otra parte, señalemos que el ejército estadounidense ha otorgado su apoyo a películas tan poco realistas como la saga Transformers de Michael Bay o la reciente Battleship, en la que incluso intervino el Secretario de Marina Ray Mavus. Eso sí, siempre que ofrecieran un enfoque positivo sobre sus componentes y sus actividades. Así mismo, el apoyo militar le ha sido negado a otras producciones que, como En tierra hostil, lo mostrasen desde un punto de vista más ambiguo o menos propagandístico. ¿Habrá sido el tono rojeras que Whedon ha dejado en la historia, o son cuestiones más pedestres las que han alejado a los militares, como ellos afirman? Se admiten apuestas...