Estrenada hace más de 30 años y considerada una de las obras maestras de la animación que nos ha legado Hayao Miyazaki, Mi vecino Totoro cuenta la historia de una familia de la posguerra que se encuentra con un espíritu que protege el bosque y al que las niñas bautizan como Totoro.
La emblemática creación de Studio Ghibli es uno de los personajes de ficción más queridos de nuestro tiempo. Tanto o más conocido que Mickey Mouse en su Japón natal, en el resto del mundo, este carismático ser es lo suficientemente conocido como para adornarlo todo.
Una de sus imágenes más icónicas durante el filme pertenece a la escena en la que está esperando al bus bajo la lluvia. Inspirándose en esa secuencia, unos abuelos de Takaharu, Japón, han diseñado una réplica a tamaño real de la criatura y la parada de bus para sus nietos.
Así lo recoge My Modern Met, donde se muestra el trabajo a mano de esta pareja septuagenaria y su habilidad en la carpintería para construir una figura de Totoro a la perfección. Arrancaron creando un armazón con forma de tonel, al que pronto fueron añadiendo ladrillos, mientras esculpían y pintaban los detalles de Totoro. También sumaron el camino con gravilla y el letrero de la parada del bus.
Aunque esta figura del icónico personaje ha sido creada para sus nietos, son muchos los turistas y fans de la película que se han acercado al lugar para ver el resultado. La pareja, además, ofrece un paraguas rojo como el del filme para que los visitantes puedan sacarse una foto con él en el lugar.
A continuación, podéis ver las imágenes del proceso de creación, así como el resultado final (vía Miyazaki Fool):
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