A Emilia Clarke le frustra que la gente esté tan segura de cuál es el giro de 'Last Christmas'

El tráiler de Last Christmas era una de esas cosas que parecen hechas para que Internet vibre. Una comedia romántica ambientada en Navidad, con dos actores guapísimos al frente, y la sensación de que nada es lo que parece. Más que suficiente como para que las redes se llenaran de teorías, y eso es justo lo que ocurrió; a pocas horas de que se lanzara el primer avance de la película que dirige Paul Feig, la gente ya estaba convencida de que la trama tenía un giro final, según el cual el protagonista masculino (Henry Golding) era una especie de ángel de la guarda.

O bien, que el personaje de Emilia Clarke llevaba muerto desde el principio. O bien, que Golding es un fantasma que en las pasadas Navidades le donó su corazón a una enferma Clarke (Last Christmas I gave you my heart, como dice la canción de George Michael a la que el título hace referencia). Hay tantas teorías que ya es prácticamente imposible que la película sorprenda a alguien, y como resultado Clarke está bastante harta del tema. No es para menos, tras haber lidiado con semejantes fenómenos de Internet a raíz de Juego de tronos.

"Es muy molesto y frustrante. Y mucho más complicado de lo que la gente se cree", revelaba para IndieWire, defendiendo que el final es más elaborado de lo que parece, y que no es el que la gente cree. El guión de Last Christmas está firmado por Emma Thompson y Bryony Kimmings, pero proviene de una idea que la propia Thompson tuvo con su marido, Greg Wise. "Emma y Greg escribieron juntos el guión, pero se lo fueron enviando a sus amigos y refinándolo hasta saber que nadie podría verse venir el final sorpresa", asegura la actriz.

La molestia que siente Clarke cada vez que un periodista le pregunta por el desenlace de Last Christmas no es algo nuevo para ella, y la protagonista ha aprovechado para arremeter contra la cultura de Internet que lo sobreanaliza todo. "Vivimos en un momento del mundo donde hay muchísimas cosas que escapan a nuestro control. Así que cuando se trata de firmar peticiones para rodar de nuevo la última temporada de una serie de TV muy popular, o de spoilear el final de una maldita comedia romántica en Navidad, la gente está dispuesta a hacerlo".

Esperamos que esta rabieta sea sólo momentánea y Clarke aprenda a dejarse llevar pronto por el espíritu navideño. La película, por cierto, se estrena en España este 29 de noviembre.