A Bong Joon-ho le encantaría dirigir un musical, pero que fuera "distinto"

Bong Joon-ho no solo es el flamante gran ganador de la pasada edición de los Oscar, también ha puesto de moda el cine surcoreano. Una cinematografía de la que procedían algunas de las mejores películas de los últimos años. Así que, doble mérito para Parásitos.

El cineasta confesaba a principios de este mes estar exhausto, "mental y físicamente", con tanta campaña previa a los premios de Hollywood. Pero su mente no cesa de trabajar. En una entrevista a Empire Magazine, y preguntado por cuál podría ser su próximo proyecto, respondía que "le gustaría hacer un musical". Pero no uno cualquiera. "Uno en el que los personajes empezaran a cantar y entonces pensaran, "¡Oh Dios mío!, joder con esto, es demasiado cursi, y de repente pararan'. Hay musicales extraordinarios, como Cantando bajo la lluvia. Pero cuando los veo, me siento my avergonzado y empiezo a sonrojarme. Así que tendría que ser... diferente".

Actualmente está trabajando en la miniserie para HBO que adaptaría Parásitos. A parte de esto, Bong Joon-ho aún no ha decidido cuál será su siguiente largometraje. Durante los Oscar dijo en otra entrevista, para Variety, que le estaba dando vuelta nada menos que a dos proyectos. Los dos serían producción pequeñas, como Parásitos o Mother, una en coreano y la otra en inglés. La primera se rodaría en Corea del Sur, en Seúl, y sería de terror y acción; y de la segunda solo avanzó que se filmaría entre el Reino Unido y Estados Unidos y que se basaría en hechos reales acontecidos en 2016.

Pero lo dicho. Su cabeza parece estar siempre en plena ebullición. En otra entrevista, una más, pero esta vez para Vanity Fair, explicaba que en su particular lista de "próximos proyectos" estaría hacer una película de cine negro con bastante mala leche, en la línea de Sed de mal de Orson Welles, uno de sus clásicos preferidos. La acción también tendría lugar en la frontera entre Estados Unidos y México, y le encantaría contar con uno de los ídolos de su infancia, Jack Nicholson.

De nuevo regresando a las películas que le impactaron durante su niñez, otro de sus sueños sería realizar una gran producción de acción al estilo de La gran evasión, ambientada en un campo de prisioneros alemán de máxima seguridad, para recluir a ingleses y norteamericanos, durante la II Guerra Mundial y que protagonizó Steve McQueen. También todo un clásico del séptimo arte.

Al igual que su mismo cine, y aunque vaya dando pistas e ideas, el director surcoreano sigue siendo imprevisible.