8 películas de los Beatles que (seguramente) no has visto

Rescatamos las piezas más raras de su filmografía, de los experimentos a los 'biopics'.
8 películas de los Beatles que (seguramente) no has visto
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8 películas de los Beatles que (seguramente) no has visto

Allá por 1962, tres músicos de Liverpool llamados John Lennon, Paul McCartney y George Harrison decidieron hacerle caso a su manager, Brian Epstein, y a su recién estrenado productor, George Martin, darle la patada a su batería de entonces (un tal Pete Best) y tomar un nuevo percusionista de nombre Ringo Starr. La maniobra suscitó protestas entre sus fans, que ya los tenían por entonces, pero resultó provechosa, y desde entonces The Beatles iniciaron su escalada para convertirse en el más popular (y ¿mejor?) grupo de la historia del pop. Y en uno de los primeros conjuntos musicales en dar el salto al cine, también.

En lugar de tirarnos a lo obvio y repasar la filmografía del cuarteto (de ¡Qué noche la de aquel día! a Let It Be, pasando por Yellow Submarine) hemos decidido buscar las 'películas-beatle' más raras y desconocidas. Desde experimentos producidos por ellos cuando aún estaban juntos, a proyectos megalómanos (sí, nos referimos a McCartney) y a los inevitables biopics, estos filmes son ilustres desconocidos incluso para algunos beatlemaníacos.

Cómo gané la guerra (1967)

Para hacerle un favor a su amigo Richard Lester, que no por nada había sufrido a los Fab Four rodando ¡Qué noche la de aquél día! y la infumable Help!, John Lennon interpretó un papel secundario en esta comedia. Del filme, ambientado en la I Guerra Mundial y bastante olvidable, surgieron sin embargo dos piezas cruciales del canon beatle: esas gafas redondas que Lennon no se quitaría ya jamás, y la canción Strawberry Fields Forever, compuesta por el de Liverpool durante el rodaje en España de la película. Ese rodaje al que acudía, como ya habréis adivinado, el Javier Cámara de Vivir es fácil con los ojos cerrados. 

Si quieres ser millonario, no malgastes el tiempo trabajando (1968)

Durante el rodaje de ¡Qué noche la de aquel día!, y ante la papeleta de dirigir a un Ringo Starr completamente borracho, Richard Lester improvisó una escena cómica (y muda) que se ganó la aclamación de los críticos. Y que, de rebote, llevó al baterista a iniciar una carrera dramática que, piadosamente, tacharemos de "irregular". Antes que a ejemplos dignos de bochorno, como Cavernícola, preferimos remitirnos como prueba a esta comedia psicodélica en la cual Ringo logra toda una proeza: formar un dúo muy gracioso con el mismísimo Peter Sellers,.

Wonderwall (1968)

Mientras su colega Ringo se iba de picos pardos con Peter Sellers, George Harrison empleó su tiempo libre en 1968 para grabar la BSO de esta película, protagonizada por Jack McGowran (El baile de los vampiros) y por la tremenda Jane Birkin. El disco resultante, aunque bastante insoportable, sirvió para estrenar el sello Apple y para animar a muchos incautos a ver un filme al que, sin estos atractivos, no se hubiera acercado nadie. Porque el guion de Guillermo Cabrera Infante para Wonderwall es uno de esos delirios hippies cuyo interés resulta proporcional al que uno tenga por la época.

Locos por ellos (1978)

Casi una década después de la disolución de los Beatles, Robert Zemeckis debutó como director con esta divertidísima comedia, que narra las reacciones de los fans ante la primera visita del cuarteto a EE UU. El director y su compinche Bob Gale (futuro guionista de Regreso al futuro) siguen a una pandilla de chicas de Nueva Jersey en pos de la British Invasion, retratando de rebote a una panda de personajes inolvidables, en especial la amiga folkie que no para de hablar de Bob Dylan y considera a Lennon, McCartney y compañía unos vendidos al capitalismo. Muy reivindicable.

Recuerdos a Broad Street (1984)

Vamos a ver: hemos repasado un filme con Lennon como actor, otro con Ringo haciendo lo propio y uno con banda sonora de George. ¿Quién nos queda? Pues está claro: Paul McCartney. Inmerso en su delirante etapa ochentera, el beatle más perfeccionista echó el resto con esta producción carísima, sofisticadísima, promocionadísima... Y desastrosa. Lastrada por una producción muy difícil (McCartney, siempre megalómano, escribió el guión y suplantó al director Peter Webb tras la cámara), Recuerdos a Broad Street resultó un fracaso monumental, y sólo el éxito del single No More Lonely Nights ayudó a 'Macca' a cuadrar las cuentas.

The Hours and Times (1991)

Uno de los aspectos más espinosos de la historia de los Beatles es la relación entre Lennon y Brian Epstein, el manager de la banda. Homosexual con un pie fuera del armario (en una época en la que ser gay era ilegal en el Reino Unido), Epstein bebía los vientos por su protegido, y cierto viaje a Barcelona que ambos hicieron juntos sigue dando mucho que hablar entre el fandom. Realizada en pleno apogeo del 'New Queer Cinema', esta producción ndie, algo plúmbea y en blanco y negro, narra la supuesta historia de esa escapada. Aunque, eso sí, sin dar apenas nombres y sin una sola canción en la banda sonora: menuda es Yoko Ono cuando se pone.

En el apartamento de Lennon (2000)

Lastrada por un título en castellano absolutamente horrible (el original, Two Of Us, es muchísimo más apropiado), este telefilme con Aidan Quinn y Jared Harris narra desde la ficción una historia real, y fascinante. Resulta que el Saturday Night Live hizo en directo una oferta para que John Lennon y Paul McCartney acudiesen a tocar a su estudio... Justo cuando los dos ex compañeros (y ex amigos) no sólo se hallaban en Nueva York, sino también compartiendo una cena en el apartamento de Lennon. Esa fue la última vez en la que ambos se vieron las caras, y también la última ocasión para un reencuentro del cuarteto.

Lennon Naked (2010)

¿Puede haber algo más guay que ver al Doctor Who interpretando a John Lennon? En este telefilme británico, el actor Christopher Eccleston pone cara al más conflictivo de los cuatro beatles: los de la muerte de Brian Epstein, el inicio de Apple, el "Somos más famosos que Jesús" y su encuentro con Yoko Ono. Lejos de la idealización del personaje como un apóstol de la paz y el amor, Lennon Naked ofrece el retrato de un hombre misántropo, drogadicto, adúltero y violento que, por las razones que fuesen, tenía también el don para componer canciones preciosas y movilizar a las masas. Una imagen, nos tememos, muy próxima a la realidad.

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