8 adaptaciones de cómics que son mejores que el género superheroico de Marvel y DC

De vez en cuando, entre tanto estreno superheróico aparecen películas basadas en cómics que no tienen nada que ver con poderes, capas, enemigos, ciudades destruidas, galaxias lejanas, con Marvel o con DC. Son historias llenas de otra case de héroes, los antihéroes.

El cine superheróico cada vez se consume más rápido y se olvida antes. Cuando Aquaman está a punto de estrenarse los fans ya esperan con ahínco la última de Los Vengadores 4. El calendario avanza… Y por eso, para los amantes del tebeo o el comic, de adultos o de adolescentes es maravilloso encontrarse con pequeños diamantes como Wilson, una película de Craig Johnson que adapta el cómic de Daniel Clowes en el que un tipo descubre que tiene una hija adolescente cuando se propone encontrar a su ex mujer y recuperar la relación. Una historia amarga, una comedia corrosiva en la que Woody Harrelson ha empeñado todo su talento.

Es la mejor adaptación a un cómic estrenada en lo que va de año. Al igual que los siguientes títulos que vienen a continuación:

Está basada en el cómic homónimo de Max Alan Collins a su vez influenciado en manga El Lobo Solitario y su Cachorro de Gosemi Kojima.

La Gran Depresión. Un hombre que trabaja en la mafia como asesino a sueldo llamado Michael Sullivan decide llevar a su hijo con él para que vea en que consiste su trabajo. Cine negro del bueno. Una historia de venganza apabullante. Una auténtica obra maestra del género que perfectamente puede medirse con El Padrino, Uno de los nuestros o Muerte entre las flores.

No tiene nada que envidiar a Marvel o DC por dos razones: es el mejor trabajo en la dirección de Sam Mendes y porque el vínculo entre padre e hijo es emocionante, profundo y dificilísimo de construir.

Está basada en el manga japonés All you need is kill

¿Hay algo mejor que ver morir a Tom Cruise una y otra vez? Que lo haga en manos de unos Aliens robóticos. El día de la marmota de Cruise es pura diversión, ciencia ficción de la buena, con Emily Blunt como la soldado perfecta. El bucle perfecto para perderte en el una y otra vez.

No tiene nada que envidar, en cuanto a diversión y a acción a las pelis de Marvel o DC. Y si ya nos ponemos con los asuntos espaciotemporales esto es una obra de ingeniería comparado con el salto que proponía Días del futuro pasado.

Basada en la novela gráfica El azul es un color cálido de Julie Maroch.

Es tan sencilla como la historia de amor homosexual entre una chica de 15 años y una chica nueva en el barrio llamada Emma. Una película que funciona como crítica social, que refleja los tabúes sexuales, que es apasionada, sexy, dolorosa y donde Adele come espaguetis como nunca lo ha hecho nadie delante de una cámara. O donde moquea como si realmente no hubiera cámara. Pero lo que realmente es La vida de Adele es un feroz relato sobre la diferencia de clases.

Cualquier película de Marvel o de DC, por mucho que se empeñen, no tienen ni la mitad de fuerza emocional que esta historia de amor.

Basada en el manga de Garon Tsuchiya

Park Chan-wook dirige esta película. Una de esas cintas que te provocan la sensación de estar experimentando algo nuevo por primera vez. Como si nada se hubiera inventado en el cine todavía. Narrativamente es un auténtica bestialidad. Un hombre de negocios es confinado durante diez años en una habitación en la que solo hay una televisión. Y él no sabe porqué…

Ni Marvel ni DC llegarán nunca a transmitir emociones parecidas a las que provoca Old Boy. Sencillamente es un filme indescriptible. No apto para estómagos sensibles. Tremendo e inolvidable.

Adapta el cómic de John Wagner.

David Cronenberg dirige un thriller brutal y violento en el que el crimen irrumpe en la vida rural cuando un vecino de un pueblo de Indiana evita el robo en su restaurante. De repente llega alguien que asegura conocer su pasado. Viggo Mortensen está en su mejor papel. Una reflexión sobre la violencia elegante y desmedida que podría resumirse, también, en dos escenas de sexo sobrecogedoras.

Ni el cine de Marvel ni el cine de DC podrían llegar tan lejos en su propia tesis sobre la violencia, que al fin y al cabo es dónde se apoyan para continuar rompiendo el mercado cinematográfico con cada estreno.

Basada en el cómic autobiográfico de Harvey Pekar que relataba su propia vida.

En esta lista no podía faltar este título de culto. Una película que abusa de lo metalingüístico pero de una manera deliberada y divertida. Una cinta de perdedores, de frustraciones, de sueños fallidos y también de superhéroes y gente corriente haciendo cosas corrientes. Y Paul Giamatti dándose a conocer como ese actorazo que es.

Sí, en esta película también hay superhéroes. Pero nada que ver con los hipercoloristas, egocéntricos y guapos de Marvel o DC. Aquí los héroes son la clase obrera americana.

Basada en el comic de Mark Millar.

¿Por qué poner esta y no Kick Ass en este reportaje? Bueno, porque Kick Ass aun siendo tan extrema, violenta e irreverente no deja de perseguir un tono superheróico aunque sea desde la broma. Con Kingsman es distinto. Es humor inglés, violencia descarada, una clase de James Bond que rebosa pirotecnia. Es una película viva con la que Matthew Vaughn renovó el cine de espías.

Es mejor que Marvel o DC aunque solo sea por un par de escenas que jamás se atreverían a poner, por muy adultos o extravagantes que intenten parecer, en ninguna de sus películas.

Está basada en un cómic de Daniel Clowes.

Una película sobre la adolescencia en al que dos rebeldes chicas de instituto, Enid y Rebeca, interpretadas por Thora Birch y Scarlett Johansson, se aburren como ostras cuando acaban secundaria y deciden observar a los personajes más excéntricos. Eligen al autor del anuncio más lamentable del periódico y le invitan a una cita a ciegas para observarle.

Es turbia y graciosa. Lamentable y ridícula. Y también es delicada y muy sensible. En Marvel o DC nunca se van a poder permitir hacer un retrato de la soledad como el de este filme de culto.