6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar en el aniversario del hundimiento

Por qué, a pesar de saber el final, seguimos dispuestos a embarcarnos con DiCaprio y Winslet en el transatlántico de Cameron.
6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar
6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar
6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar

Han pasado 25 años, que se dice pronto, y seguimos subiéndonos a ese transatlántico siempre que tenemos oportunidad. Y mira que sabemos que el viaje terminará como el rosario de la aurora, por culpa del maldito iceberg, de una tripulación a por uvas y de la escasez de botes salvavidas. Pero da igual: el encanto de Titanic permanece inextinguible, y el aniversario de su hundimiento la noche del 14 de abril de 1912 nos parece una buena excusa para preguntarnos por qué.

Mientras meditábamos sobre el tema, tarareando My Heart Will Go On como está mandado, se nos han ocurrido estas razones para dejarnos pintar como una de esas chicas francesas.

Por su Kate

6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar

Cuando rodó Titanic, Kate Winslet era una actriz inglesa con grandes títulos en su currículum (Sentido y sensibilidad, para empezar) pero sin un especial gancho taquillero. Para colmo, su habitual presencia en filmes de época había hecho que la canallesca de Reino Unido la apodase 'Corset Kate'. 

Rodar con James Cameron le costó una neumonía (cosas de pasarse horas metida en un estanque sin traje de neopreno para protegerse del frío), pero también le granjeó el estatus de estrella, la libertad para elegir sus papeles… y la certeza de que millones de espectadores se identificaron con su Rose sin distinciones de género o edad. Así pues, no nos extraña que su perfil creciese desde entonces como el ala de esa legendaria pamela.

Por su sentido de la escala

6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar

Tratándose de una película de Cameron, el hecho de que Titanic fuese una producción desmesurada y gigantesca no es algo sorprendente, sino el curso natural de las cosas. Además de consultar los planos originales del transatlántico, el megalómano canadiense ordenó la construcción de un estanque de 17 millones de litros de agua salada, para así poder rodar panorámicas del océano sin que apareciese el horizonte, así como la construcción de decorados que imitaban al milímetro el interior del Titanic original.

La extravagancia salió por un pico: uno no se gasta 200 millones de dólares (no ajustados) todos los días. Pero sus resultados financieros (y sus 11 Oscar) dejaron con el punto en la boca a los ejecutivos que, ante su propuesta de rodar un drama romántico de tres horas, le preguntaron si no haría mejor rodando otra entrega de Terminator. 

Por su 'Leo'

6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar

Durante el rodaje de Rápida y mortal en 1995, una Sharon Stone más lista que el hambre ya había advertido de que ese antiguo actor infantil de enternecedores mofletes iba a dar mucho de que hablar. En su momento, muchos se rieron de ella, pero cuando Leonardo DiCaprio demostró su capacidad para alternar proyectos de autor con otros más centrados en su estatus de ídolo teen, fue quedando claro que la rubia tenía razón.

Y, cuando parecía que 'Leo' había llegado a la cumbre del heartthrob gracias a Romeo + Julieta… resultó que su capacidad para conmovernos era como un iceberg: la mayor parte de su inmenso volumen permanecía bajo la superficie, aflorando para convertir a Jack en el churri de nuestros sueños. Algo que no se debía solo a su obvia apostura física, sino también a esa ternura que le alejaba de estereotipos gratuitos de malote.

Por sus pequeños detalles

6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar

Si Titanic solo ofreciese momentos de gran apocalipsis marítimo y decorados suntuosos, su atractivo sería muchísimo menor. Ladino él, Cameron llenó su película de minucias que la volvieron realmente importante para la memoria sentimental de unos espectadores dispuestos a verlas una, y otra, y otra vez.

Algunas de ellas atañen a la historia de Jack y Rose (¿tú también contuviste el aliento al ver esa mano en el cristal?), mientras que otras se quedan en sus márgenes, como los múltiples personajes (anónimos o no) a los que vemos embarcarse en el buque y cuyas historias seguimos hasta el final trágico e inevitable. Así se hace historia del cine-espectáculo.

Por su canción

Cuando Kate Winslet señala que My Heart Will Go On le da ganas de vomitar, no podemos culparla: la pobre habrá escuchado esa canción millares de veces desde 1997 hasta ahora. 

Eso sí, no podemos negar que el acierto de Cameron y el compositor James Horner a la hora de ponerle soniquete a Titanic fue celestial: no es solo que su melodía sea pegadiza donde las haya, sino que contando para ella con Céline Dion, ambos trazaron un puente entre uno de los mayores blockbusters de la historia de Hollywood y una institución tan poco estadounidense como Eurovisión. ¿Visionarios? Pues sí.

…Y por la dichosa tabla

6 razones por las que 'Titanic' sigue haciéndonos soñar

Winslet dice una cosa. Cameron dice otra (aunque a veces vacila). Y, dado que la cuestión es irresoluble, es hora de dejarlo claro: los centímetros cuadrados de aquel cacho de madera flotando en el océano nunca han sido realmente importantes. 

Lo que de verdad conmueve del sacrificio final de Titanic es la disposición de un amante a sacrificarse, y el empeño de la superviviente en hacer honor a ese último deseo viviendo su propia vida como una mujer libre e independiente. A ver si va a tener razón la directora Céline Sciamma (Retrato de una mujer en llamas) cuando afirma que estamos ante un filme muy feminista.

¿Quieres recibir las mejores recomendaciones de cine y series todos los viernes en tu correo? Apúntate a nuestra Newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento