6 películas amenazadas por la ultraderecha en España

Cualquiera diría que los gritos de "¡Viva Cristo Rey!" y "¡Arriba España!" habían pasado de moda. Pero se ve que no: esos son los lemas con los que un grupo de radicales han desalojado una sala de cine en Valencia donde se proyectaba Mientras dure la guerra. Los aguafiestas eran miembros del partido de extrema derecha España 2000, que ha reivindicado la 'valiente' acción en redes sociales.

Si bien los agresores estarán orgullosos de baladronada, nosotros debemos advertirles de que no han inventado la pólvora (parda). Entre los últimos años del franquismo y finales de la década de 1980, los ataques a cines que exhibían filmes considerados 'inaceptables' por según quienes eran algo más o menos frecuente en nuestro país. Ojo: no hablamos de secuestros judiciales o maniobras censoras como las padecidas por El crimen de Cuenca y otros filmes, sino de asaltos (más o menos graves) a salas de proyección por motivos políticos.

Teniendo ya Franco un pie en la tumba, los grupos ultraderechistas empezaron a calentar motores de cara a la inminente Transición con agresiones como la sufrida por este filme, un bergmaniano ejercicio de introspección ambientado durante la Guerra Civil y protagonizado por José Luis López Vázquez. Las salas donde se proyectaba la cinta sufrieron agresiones de diversa índole que culminaron con la explosión de una bomba casera (en realidad, un bidón de gasolina) en un cine de Barcelona.

Las zarpas de la ultraderecha no respetaban nada durante la Transición, ni siquiera a ese cine de explotación made in Italy que tanto nutrió las filas de las películas 'clasificadas S'. Seguramente aburridos de tanto leer a Sven Hassel, un grupo de jóvenes que se hacían llamar 'Comando Adolfo Hitler' prendieron fuego en 1979 a un cine de Santander donde se proyectaba este filme. Aunque en su momento no llegó a confirmarse, dichos aspirantes a sturmtruppen podrían haber incendiado también una sala que proyectaba La escopeta nacional. 

Tratándose de una película sobre el terrorismo de ultraderecha posterior a la muerte de Franco, raro sería que este filme de Gutiérrez Aragón no figurase en esta lista. Los agresores se cebaron especialmente con el madrileño Cine Luchana, uno de los que estrenaron el filme: primero le pusieron una bomba, después lanzaron un cóctel molotov contra la fachada y finalmente (¿por escasez de materiales?) optaron por boicotearlo plantándose frente a la entrada cantando el Cara al sol.

Un año después de haber sufrido prisión por su obra La torna, un Albert Boadella aún asociado a la extrema izquierda ascendió a los altares protagonizando este biopic de san Vicente Ferrer, santo patrón de Valencia y uno de los antisemitas más furibundos de la historia de España. La derecha valenciana, respaldada por la Iglesia, interpretó el filme como un ejercicio blasfemo de propaganda catalanista, lo que llevó a la consabida campaña de agresiones. Estas tuvieron su punto álgido en la bomba que un autodenominado 'Grupo Antimarxista Valenciano' hizo estallar en un cine de Alcoy.

Tan solo dos años después de la matanza de Atocha (agresión a un bufete de abogados en Madrid que dejó cinco muertos), Bardem estrenó este filme sobre el suceso. La película estuvo en el punto de mira de los llamados 'Guerrilleros de Cristo Rey', que trataron de impedir el estreno... y solo consiguieron darle más bombo mediático.

Ya que Godard se las tuvo que ver con la extrema derecha francesa en los 60, nos encantaría conocer su opinión (viperina a buen seguro) sobre la espantada que montó el partido ultra Fuerza Nueva cuando su versión posmoderna del nacimiento de Cristo llegó a la cartelera de Madrid. Encabezados por su líder Blas Piñar (aclamado in situ como "vicario de Cristo"), los efectivos de FN armaron tremenda tangana que incluyó desde los inevitables vivas a Cristo Rey al lanzamiento de bombas fétidas, pasando por el rezo del Santo Rosario. En comparación, lo que tuvo que aguantar Scorsese cuando La última tentación de Cristo llegó a nuestro país se queda en mera anécdota.