6 actuaciones de Rutger Hauer que no deben perderse como lágrimas en la lluvia

A lo largo de su carrera, el actor holandés nos hizo ver cosas que nunca habríamos creído más veces que en 'Blade Runner'.
6 actuaciones de Rutger Hauer que no deben perderse como lágrimas en la lluvia
6 actuaciones de Rutger Hauer que no deben perderse como lágrimas en la lluvia
6 actuaciones de Rutger Hauer que no deben perderse como lágrimas en la lluvia

Seguro que el fallecimiento de Rutger Hauer te ha dado ganas de volver a ver Blade Runner. Y no te culpamos, que la mítica del monólogo de las naves en llamas más allá de Orión y los rayos C que brillan en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser, así como la solemnidad que confiere el actor holandés a cada palabra, son difícilmente superables. No obstante, a continuación queremos ofrecerte otras cinco posibilidades, si acaso, igual de apropiadas para honrar la memoria de Hauer con alguno de sus mejores trabajos.

Delicias turcas (1973)

En realidad, valdría cualquiera de sus brillantes colaboraciones con Paul Verhoeven. Si bien esta fue la primera para el cine, después vinieron Una novia llamada Katy Tippel (1975), Eric, oficial de la reina (1977), Vivir a tope (1980) y Los señores del acero (1985). Cualquiera de ellas es un escaparate perfecto para la armonía tan bien compenetrada que conseguían Hauer y Verhoeven, ambos derrochadores de energía delante y detrás de la cámara. En Delicias turcas, junto a una rutilante Monique van de Ven, escenifican una de las historias de amor más divertidas, bonitas y, claro, tristes de la historia del cine sin ningún tipo de limitación ni vergüenza.

Eureka (1983)

Incomprendidísimo thriller de Nicolas Roeg donde Gene Hackman es un ricachón y Rutger Hauer el marido de su hija, Theresa Russell. Nada tan sospechoso como un yerno codicioso cuando el patriarca muere en extrañas circunstancias, ni nada tan inexplicable como la poca fama de un filme donde también asoman Mickey Rourke Joe Pesci, amén de la tremenda fotografía nevada y bajo cero del gran Alex Thomson.

Clave: Omega (1983)

La película final de Sam Peckinpah merece mucho más respeto del que suele recibir, así que esta es una buena oportunidad para rendir homenaje a dos maestros en lo suyo. Hauer interpreta a un famosos presentador de televisión que es reclutado por la CIA para exponer a sus soviéticos amigos. Todo basado en una novela de Robert Ludlum, el creador de Jason Bourne.

Lady Halcón (1985)

Nadie mejor que el holandés para conferir al capitán Etienne de Navarra de ese brillo y gravedad tan característicos. Y nadie como él para hacer que nos creamos cada una de esas transformaciones en lobo con lágrimas en los ojos.

Carretera al infierno (1986)

No, nosotros nunca paramos a recoger autoestopistas en la carretera. Lo sentimos, pero es que después de ver esta película con Hauer en modo homicida pedimos que nos retiraran el carné de conducir de manera retroactiva.

El molino y la cruz (2011)

Proeza fílmica del polaco Lech Majewski que recrea con el detallismo más absoluto a los 500 personajes del majestuoso cuadro Camino al calvario que Peter Bruegel 'el Viejo' pintó en 1564. Interpretando al gran maestro de la pintura flamenca se encuentra nuestro replicante favorito.

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