Teniente corrupto (Werner Herzog, 2009)
Original: Teniente corrupto (Abel Ferrara, 1992)
¿Por qué es mejor?: Porque es el modelo de lo que debería ser cualquier remake: la reinterpretación personal de un director talentoso sobre una idea previa. El cineasta alemán traslada la alucinada historia de Abel Ferrara desde las cloacas católicas de Nueva York hasta la Nueva Orleans post-Katrina. No es su única jugada maestra: a la hora de sustituir al Harvey Keitel desatado del filme original contó con nada menos que un Nicolas Cage al límite de todo (perdón por la redundancia).
¿Qué se quedó de la original?: Si preguntaras a Werner Herzog, te diría que nada. Bueno, te noquearía de un puñetazo en la mandíbula y después te diría que nada. Pero el guión de Ferrara y Zoë Lund está ahí, de alguna manera.
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