10 películas no aptas para claustrofóbicos

Brie Larson y Jacob Tremblay conviven en una pequeña habitación en 'La habitación' y en su honor hemos hecho esta lista de lugares de los que cualquiera mataría por salir.
10 películas no aptas para claustrofóbicos
10 películas no aptas para claustrofóbicos
10 películas no aptas para claustrofóbicos

Un niño y su madre duermen en la habitación, desayunan en la habitación, hacen ejercicio en la habitación, hacen los deberes en la habitación, juegan en la habitación, ven la tele en la habitación, comen, se visten, lloran, ríen en la habitación. Durante la primera hora de La habitación no hay mas lugar que ese cubículo y efectivamente la película es tan claustrofóbica que si eres un poco sensible querrás salir de la sala del cine pitando,  al fin y al cabo tú lo tienes más fácil que los protagonistas de esta película nominada al Oscar.

Tanto si eres claustrofóbico como si no, o si lo tuyo es pasar un mal rato en el cine aquí tienes esta lista con 10 filmes no aptos para claustrofóbicos, cuyos personajes las pasan canutas para abandonar ámbitos y recintos de lo más siniestros. Antes de comenzar a leer esta lista, aconsejamos abrir puertas y ventanas, respirar hondo y recordar que, pese a todo, el mundo exterior existe... Por ahora.

Moon (2009)

El recinto: Una base espacial en la luna, rodeada de roca gris y totalmente vacía salvo por un operario muerto de asco (Sam Rockwell) y un ordenador con la voz de Kevin Spacey. Sería un lugar muy aburrido si no fuera por cierto terrible secreto...

Ruta de salida: Como viene siendo habitual en la ciencia-ficción, si estás atrapado en este lugar y quieres largarte tendrás que secuestrar una astronave de suministros.

Reservoir Dogs (1991)

El recinto: Un garaje de Los Ángeles, céntrico pero discreto. Vamos, el lugar ideal para que una banda de delincuentes (Harvey Keitel, Tim Roth, Steve Buscemi, Michael Madseny otros) se reunan después de un atraco que ha salido rematadamente mal.

Ruta de salida: ¿Salir? ¿Quién ha hablado de salir? Quentin Tarantino deja muy claro que, si uno está en tratos con el Señor Blanco y su gente, sólo hay una forma de darse el piro: con los pies por delante, una oreja de menos y el traje manchado de rojo.

Alien, el octavo pasajero (1979)

El recinto: A estas alturas, todos conocemos las dependencias de la nave Nostromo como si fuera nuestra propia casa. Pero no está de más recordar que el sitio daba grima incluso antes de que cierto bicho xenomorfo se instalara en él como okupa.

Ruta de salida: Cuando queda claro lo de que en el espacio nadie puede oír tus gritos, Sigourney Weaver y sus compañeros deciden abandonar el cascarón vía una cápsula de emergencia. Enseñar la ropa interior para usarla no es imprescindible, pero queda bien.

La soga (1948)

El recinto: Alfred Hitchock, morboso él, nos encierra en un apartamento en compañía de unos selectos invitados (James Stewart es uno de ellos), dos asesinos psicópatas y un cadáver oculto en un baúl. Sobre el cual, por cierto, se sirve la cena.

Ruta de salida: Ninguna. Así de claro y simple: la película, rodada en un único plano-secuencia (hay algunos cortes, pero no se notan) jamás nos permite abandonar la casa.

Cube (1997)

El recinto: ¿Recuerdas el Cubo de Rubik? Bien: ahora imagínate que, en lugar de un juguete, dicha estructura es una prisión gigantesca llena de trampas mortales y acertijos endemoniados. El espabilado de Vincenzo Natali rodó el filme en un único decorado, cambiando sólo las luces de escena a escena.

Ruta de salida: Haberla, hayla. Pero implica la resolución de problemas matemáticos casi indescifrables, mucho nervio para librarse de los dispositivos asesinos y botas, muchas botas. Tener de tu parte a un chaval autista con más talento para los números que Dustin Hoffman en Rain Man también ayuda.

La habitación del pánico (2002)

El recinto: Una cámara acorazada, reforzada y ocupada por una Jodie Foster recién divorciada y una Kristen Stewart a la que todavía le quedaba mucho para ser vampirizada por Robert Pattinson.

Ruta de salida: Las habitantes de la casa no tienen ninguna intención de salir. En esta ocasión, son los malos (es decir, los atracadores Jared Leto y Forest Whitaker) quienes se las ven y se las desean para entrar. David Fincher tiene estas cosas.

Saw (2004)

El recinto: El primer festín de torturas del asesino Jigsaw nos reveló a lo grande su afición por los sitios mugrientos, encerrando a las víctimas Leigh Wannell y Cary Elwes en un cuarto de baño (con cadáver incluido) que jamás pasaría una inspección sanitaria.

Ruta de salida: Es algo complicada, para que nos vamos a engañar. La manera más rápida incluye la autoamputación de un pie. La forma más lenta y menos gore, por su parte, abarca el uso de un teléfono móvil sin saldo, venenos de acción lenta y, sobre todo, las grandes sorpresas finales marca de la casa.

Buried (2009)

El recinto: Si las estrecheces no son lo tuyo, reza para que nunca te veas como el pobre Ryan Reynolds, encerrado en un ataúd bajo las dunas del desierto de Irak.

Ruta de salida: Comprendemos que te lleves un susto al descubrirte bajo tierra, pero no desesperes. Al fin y al cabo, tienes a mano un mechero y una Blackberry con saldo suficiente para un par de llamadas, y el terrorista que te ha puesto en conserva está dispuesto a regatear su precio. Además, los agentes de la CIA destacados en la zona ya han rescatado a otras víctimas en tu misma situación: seguro que te encontrarán enseguida.

El método (2005)

El recinto: Aquí no hay cámaras de tortura, ni nada de eso: Eduardo Noriega, Najwa Nimri, Ernesto Alterio y compañía se hallan en un lugar perfectamente normal, donde se va a celebrar una importante entrevista de trabajo. Importante, y larga. Sobre todo larga.

Ruta de salida: Tienes dos opciones: o bien caes en alguna triquiñuela del indescifrable Método Grönholm y te echan por las bravas, o bien sales por la puerta grande como un señor y con un sueldo de seis cifras en el contrato. Sólo necesitas una tolerancia muy grande para la humillación, y una absoluta falta de escrúpulos. Por cierto, ¿qué tal juegas a la pelota?

Repulsión (1965)

El recinto: Comenzábamos este repaso recordando a Roman Polanski, y lo concluimos recordando el opresivo, oscuro y lúgubre domicilio que el polaco bajito nos mostró en una de sus primeras obras maestras.

Ruta de salida: En realidad, este apartamento no tiene demasiado truco. Es más, se trata de una casa más bien normal, cuyos terrores se hallan todos en la linda cabecita de Catherine Deneuve. El problema, el gran problema, es que la chica no lo sabe. Y que tiene un cuchillo...

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