10 películas de cómics que no son de superhéroes

Enfrascados como estamos con la Comic-Con y el estreno de 'Green Lantern', es fácil olvidar que en las viñetas cabe de todo. Y en el cine, también. Por YAGO GARCÍA
10 películas de cómics que no son de superhéroes
10 películas de cómics que no son de superhéroes
10 películas de cómics que no son de superhéroes

Aún con resaca tras la Comic-Con de San Diego, que ha terminado esta madrugada, y calentando los anillos de poder para el estreno de Green Lantern, en CINEMANÍA nos apetece tomarnos un descanso de tanto pijama superpoderoso. Porque, como los buenos aficionados al cómic saben, los superhéroes son una gozada... Pero no lo son todo. Desde los inicios del arte de la viñeta, sus creadores han dibujado y guionizado historias de todo tipo que, con el tiempo, acabaron llegando a la pantalla.

Así pues, hemos reunido 10 películas basadas en cómics en las que no aparece un mísero uniforme de moléculas inestables, ni una identidad secreta, y donde las cabinas telefónicas sólo sirven para tragarse las monedas. Las que abrazan el género fantástico lo hacen desde premisas de ciencia ficción 'dura', y muchas de ellas meten el dedo en llagas políticas de variada magnitud. ¿Estás preparado para pasar página?

Ghost World (Terry Zwigoff, 2001)

El tebeo: Daniel Clowes, dibujante misántropo donde los haya, narra una desoladora historia de amistad teen en una ciudad de provincias.

La película: Thora Birch y una Scarlett Johansson casi desconocida son dirigidas con mano diestra por Terry Zwigoff, buen conocedor del tebeo underground. El guión, escrito por el cineasta y por el propio Daniel Clowes, se salta a la torera la novela gráfica original. Incluso diríamos que la mejora.

Sin City (R. Rodriguez, F. Miller, Q. Tarantino, 2005)

El tebeo: Fogueado a fondo en los superhéroes (Daredevil, Lobezno), el gran Frank Miller desfoga su afición a las mujeres malas y los tipos duros en la decadente Basin City.

La película: Con un reparto de lujo (Clive Owen, Bruce Willis, un Mickey Rourke resucitado y la meteórica Jessica Alba) más una mano del amigo Tarantino, Robert Rodriguez firma su mejor filme hasta la fecha. El propio Miller quedó tan encantado que se lanzó a la dirección con The Spirit: visto el resultado, mejor que siga dibujando.

Fritz, el gato caliente (Ralph Bakshi, 1972)

El tebeo: Misógino, abusón, cínico y drogata, Fritz es el personaje mediante el cual Robert Crumb puso a los hippies y la contracultura a caer de un burro.

La película: Irregular y fallida en muchos aspectos (Robert Crumb no la soporta), esta película es un ejemplo pionero de animación indie. Siete años después, su director cambió de tercio y firmó la primera versión fílmica de El Señor de los anillos.

Camino a la perdición (Sam Mendes, 2002)

El tebeo: La novela gráfica de Max Allan Collins (guionista) y el dibujante Richard Piers Rainer se basó en Lobo Solitario y su cachorro, el mítico manga de samuráis de Kazuo Koike, adaptado varias veces a la pantalla en Japón.

La película: ¿Un ejemplo de cómo mejorar un original soso? Tal vez sí. En todo caso, el filme de Sam Mendes añadió acción y concisión al cómic original, sirvió de despedida a Paul Newman y demostró lo bueno que puede ser Tom Hanks cuando le da por ponerse malo.

American Splendor (S. S. Berman, R. Pulcini, 2003)

El tebeo: Desde 1976, y con una vertiginosa lista de dibujantes invitados, el guionista Harvey Pekar nos contó su vida en una colección de cómics que rezuma mala leche. La publicación del tebeo sólo cesó con su muerte en 2010.

La película: Dado su material de origen, American Splendor sólo podía ser un biopic del propio Harvey Pekar. El cual, para colmo, también interviene en la película as himself. ¿Complicado? Para Paul Giamatti no, desde luego. La película fue nominada al Oscar al Mejor Guión Adaptado.

Akira (Katsuhiro Otomo, 1988)

El tebeo: El mangaka Otomo se quedó descansando (figuradamente) tras pergeñas esta odisea cyberpunk tan violenta como compleja y perturbadora. Leerla es una tarea dura, pero satisfactoria.

La película: Compactando y condensando los 6 volúmenes de su propio cómic, Otomo demostró al público occidental que no todo el anime nipón eran caballeros zodiacales, guerreros con los pelos de punta o chicas vestidas de marinero. Eso sí: el resumen del original es tan estricto que su argumento ronda lo ininteligible.

Una historia de violencia (David Cronenberg, 2003)

El tebeo: Con hechuras noir similares a las de Camino a la perdición, pero mucho más despendoladas, John Wagner y Vince Locke nos contaron la historia de Tom Stall, un apacible hostelero con terribles secretos familiares.

La película: Ambiente malsano, un héroe con una doble vida, toda la violencia que promete el título y alguna más... ¿Por qué sería que David Cronenberg se fijó en este cómic? Bromas aparte, el canadiense halló aquí a uno de los amores fílmicos de su vida: Viggo Mortensen, con el que habría de repetir en Promesas del Este y en la inminente A Dangerous Method.

V de Vendetta (James McTeigue, 2006)

El tebeo: Antes de ajustar cuentas con los superhéroes en Watchmen, el inmenso guionista Alan Moore convirtió al Reino Unido en una dictadura fascista. ¿Es el protagonista un héroe libertador, o un psicópata con ganas de guerra?

La película: Con los Hermanos Wachowski a la producción, la adaptación al cine de la historia de V (Hugo Weaving) y Evey (Natalie Portman) tiró por la borda la ambigüedad ideológica del original. El autor abominó de ello, pero al público le importó poco: el filme fue un éxito, y convirtió la máscara del prota en emblema de 'anónimos' e 'indignados' varios.

Persépolis (M. Satrapi, V. Paronnaud, 2007)

El tebeo: Primero fue el Shah, y después la dictadura islamista de Jomeini: está claro que crecer en el Irán de los años 70 y pensar por uno mismo eran cosas difícilmente compatibles. Y, si eras mujer (como la autora de esta historia) más aún.

La película: Al igual que Katsuhiro Otomo, Marjane Satrapi se encargó personalmente de darle forma animada a su cómic. Persépolis ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes, entre otros galardones. Lo cual no fue óbice para que las autoridades iraníes la sometieran a una prohibción fulminante, y presionaran para impedir su proyección en otros países.

Scott Pilgrim contra el mundo (Edgar Wright, 2010)

El tebeo: Un buen día, el dibujante Brian Lee O'Malley le preguntó a su novia aquello de "¿Cuántos novios tuviste antes de conocerme?". Tan traumatizado se quedó con la respuesta de ella, que dio salida a sus terrores en forma de comedia friki en viñetas.

La película: ¿Es una comedia romántica, una película de acción, una oda a los videojuegos añejos? Ni idea. Lo que sí tenemos claro es que fue uno de nuestros filmes favoritos de 2010, gracias a su guión, a su reparto (tremendo Jason Schwartzman como villano) y a su sana locura. Si no la has visto, ya estás tardando.

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