10 detectives de cine que no detectan gran cosa

Tal vez se deba a que su creador es Thomas Pynchon, el gran maestro literario de las tramas dementes. Y, desde luego, un consumo diario de marihuana capaz de deforestar Jamaica en tiempo récord no ayuda. El caso es que 'Doc' Sportello no es precisamente el detective con el que nosotros contaríamos para resolver un caso delicado, por más que lo interprete Joaquin Phoenix, que lo dirija Paul Thomas Anderson y que sea el protagonista de Puro vicio, uno de los estrenos más interesantes de esta semana. Tras darnos en los morros con dos trabajos tan intensos como Pozos de ambición y The Master, el cineasta ha decidido volver por sus fueros más amables y delirantes (ambas cosas, tratándose de él, con muchos matices) ofreciéndonos la historia de este sabueso fumeta y hippie que investiga un caso aparentemente insoluble en el Los Ángeles de los 70. Y nosotros le correspondemos homenajeando a su protagonista con esta lista de detectives inútiles: puede que ninguno de ellos sea remotamente hábil a la hora de esbozar atrevidas deducciones o de poner a los malos a la sombra, pero cómo nos hacen reír...

Se quedó sin pistas en... La Pantera Rosa (Blake Edwards, 1963) y otras cuatro películas

El rey absoluto de la especialidad: si buscas un sabueso capaz de convertir el caso más sencillo en una sucesión de catástrofes hilarantes, este inspector de la Sûreté parisina es tu hombre. Antiguo miembro de la Resistencia antinazi (pese a lo cual, sorprendentemente, los Aliados ganaron la guerra), Clouseau debutó como personaje secundario en La Pantera Rosa. Y, por más que el protagonista oficial de dicho filme fuese el ladrón Sir Charles Lytton (David Niven), su popularidad resultó estratosférica, convirtiéndole en el rostro de la franquicia para regocijo de los espectadores y pesar del pobre comisario Dreyfuss (Herbert Lom). Maestro del disfraz (o eso cree él), el inspector ha cambiado de rostro unas cuantas veces: en El rey del peligro  (1968), el encargado de interpretarle fue Alan Arkin, mientras que (fallecido ya Peter Sellers) Roger Moore le dio vida brevemente en La maldición de la Pantera Rosa (1983). En cuanto a su supuesto hijo ilegítimo (Roberto Benigni en El hijo de la Pantera Rosa) y a ese suplantador tan parecido a Steve Martin que se dejó ver en los remakes de 2006 y 2009, preferimos no hablar, no vaya a ser que nos llevemos un karatazo de Kato.

Se quedó sin pistas en... El gran Lebowski (Joel Coen, 1998)

Sabemos que el hombre más vago del Condado de Los Ángeles (y serio candidato, por tanto, a hombre más vago del mundo) no es un detective profesional, y que sus andanzas como sabueso se debieron a una confusión lamentable, y a una alfombra que le daba unidad a su habitación. Aun así, 'El Nota' es el antepasado más directo de 'Doc' Sportello, tanto por su cuestionable poder deductivo como por su afición al 'cigarrito de la risa'. Entre secuestros cuestionables, terroristas nihilistas y salidas de tiesto de sus secuaces John Goodman y Steve Buscemi, este personaje ha marcado para siempre la carrera de Jeff Bridges (algo que el propio parece llevar con alegre resignación) y ha iluminado innumerables conciencias con esa sabiduría suya, mixta de pachorra existencial y estupidez sin paliativos: no en vano cuenta como una religión (el 'Dudeism') que le aclama como profeta.

Se quedó sin pistas en... Agárralo como puedas (serie, 1982) y esas secuelas de cine que seguramente conoces.

La comedia es así: tras el megaéxito de Aterriza como puedas (1980), el tremendo trío Zucker, Abrahams & Zucker (ZAZ, para abreviar) decide aprovechar a un redescubierto Leslie Nielsen, creando un personaje a su medida y convirtiéndole en protagonista de una serie de TV (titulada en inglés Police Squad!) que resulta un fracaso pese a su poderío cómico. Dicho tropezón no desanimó ni a los directores ni al actor: en 1988, Frank Drebin volvió por sus fueros en pantalla grande, demostrando que ni el mismísimo ayatolá Jomeini estaba a salvo de su estupidez. Y, como correspondía a un buen héroe de acción, contó con otros dos filmes (Agárralo como puedas 2 1/2 y Agárralo como puedas 33 1/3) en los que poner a caldo los tópicos del género policíaco, y los de Hollywood en general: esa ceremonia de los Oscar que sirve de colofón a la tercera entrega sigue resultando de lo más relevante pese a los años. Máxime tras el anuncio de cierto remake...

Se quedó sin pistas en... Ace Ventura, un detective diferente (1994) y Ace Ventura: Operación África (1995)

Lejos del nihilismo habitual en los investigadores del cine noir, el señor Ventura es un pedazo de pan,  siempre dispuesto a ayudar a los animales (a las personas, como que no). De hecho, uno juraría que su exagerado afecto afecto por las criaturitas del Señor se debe a que, en el fondo, este 'detective de mascotas' es tan racional como ellas. O sea, que no es racional en absoluto. Armado con el arsenal de muecas del canadiense,  Ace localizará a cualquier bicho extraviado, sea éste un delfín, un murciélago sagrado o un manatí con sobrepeso, dejando tras de sí un rastro de daños a la propiedad cuantificable en millones de dólares y una incorrección política que se hace evidente si, por ejemplo, recuerdas cierto gag a costa del personaje de Sean Young en la primera entrega. Ojo: la tricuela Ace Ventura Jr. (2009) podría matar del asco a un elefante adulto.

Se quedaron sin pistas en... Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio (2011)

Tras las muy primigenias El misterio del Toisón de Oro (1961) y El misterio de las naranjas azules (1964), esta pareja de investigadores creada por Hergé volvió a la pantalla grande merced a las artimañas digitales de Steven Spielberg, Peter Jackson y una lujosa terna de guionistas formada por Edgar Wright, Joe Cornish y Steve Moffat (Doctor Who). Y, gracias a la versatilidad del motion capture, el físico no supuso un problema para buscarles intérpretes: sus papeles recayeron en los actores fetiche del director de Zombies Party. Casi indistinguibles (sólo se diferencian en la curva de sus bigotes), Hernández y Fernández no sólo son incapaces de resolver ningún caso, sino que suponen un misterio en sí mismos. Por ejemplo, ¿si son hermanos gemelos, cómo es que tienen apellidos diferentes? ¿Serán producto de un experimento del profesor Tornasol? Dudas aparte,  sólo una cosa está clara: son los detectives más ineptos de la historia del cómic. Y aún diríamos más: de todos los detectives de cómic, ellos son los más ineptos.

Se quedó sin pistas en... Los Simpson (serie, 1990-...)

Por mucho que Lisa Simpson sea un cerebrín, y que su papá Homer haya hecho insospechables pinitos en la física teórica, todos sabemos que los habitantes de Springfield suelen presentar un cociente intelectual tirando a ajustado. Y, de todos esos habitantes, hay uno cuya estupidez supera incluso los límites del esposo de Marge: el jefe de policía Wiggum. Mientras que su hijo, el pequeño Ralphie, resulta entrañable por su pertinaz insistencia en no enterarse de la misa la media, este comisario aúna en su cuerpo (y en su porcino rostro) una absoluta falta de luces y un desinterés total por el bienestar de sus conciudadanos. No en vano estamos hablando de alguien que debe su posición a su habilidad para darles masajes a sus superiores (en la espalda, malpensados) y cuyo mejor amigo atiende por señor Soborno. ¿Será una metáfora?

Se quedó sin pistas en... precisamente, Sin pistas (1988)

¡Un momento! ¿Cómo nos atrevemos a incluir en esta lista al hombre de Baker Street? Pues porque, según nos cuenta esta película, el listillo de Sir Arthur Conan Doyle lleva siglos dándonosla con queso: en realidad, el mejor detective de todos los tiempos era el doctor Watson (un Ben Kinglsey con chistera), mientras que su Holmes (Caine) se llamaba en realidad Reginald Kincaid, un actor cuya dipsomanía iba en proporción inversa a sus dotes deductivas. Vamos, que mientras el médico se dedicaba a resolver los casos, él pasaba el día empinando el codo en las tabernas del East End y sirviendo como mera fachada. Puede que Sin pistas no sea el producto más ilustre del cine holmesiano, pero su forma de darle la vuelta al canon del personaje tiene mucho encanto.

Se quedó sin pistas en... Cliente muerto no paga (1982)

Pese a ser una leyenda en el mundo de la comedia televisiva, el nombre de Carl Reiner siempre ha quedado a la sombra del de su hijo Rob (exacto: el director de La princesa prometida). Craso error, porque papá Carl tiene en su haber películas tan jocosas como Un genio con dos cerebros... o como este delirante homenaje al cine de intriga clásico. A través de un sabio uso del metraje de archivo, el detective descerebrado al que interpreta Steve Martin se encuentra en Cliente muerto no paga con personajes interpretados por Alan Ladd, Bette Davis, Barbara Stanwyck, Lana Turner, Humphrey Bogart y Kirk Douglas entre otros titanes del cine negro. Por otra parte, aunque Rigby Deardon quede un poco deslucido (o un mucho) ante tanta figura icónica, no debemos negar que se toma su trabajo en serio: no hay más que ver su maña para seducir a Fred McMurray disfrazado de rubia cañón.

Se quedaron sin pistas en... Infiltrados en clase (2012) e Infiltrados en la universidad (2014)

Sutileza, astucia, don de gentes: esas son las virtudes que todos esperamos en dos policías encubiertos. Máxime cuando su trabajo les obliga a habitar zonas tan propensas al vicio y al fornicio como lo son un instituto, en el primer filme, y una universidad llena de mocitas ligeras de ropa, en el segundo. Pero, como aquí estamos ante un remake (muy paródico por lo demás) de la serie Nuevos policías, tenemos que conformarnos con un cachas ciclao y un rollizo saco de complejos (¿adivinas qué actor interpreta a cada cual?) cuyo único rasgo en común es andar muy escasos de neuronas. El capitán Dickson (Ice Cube) sabrá lo que se hace al no vaciar su cargador sobre este par de inútiles: nosotros, la verdad, no nos lo pensaríamos dos veces antes de dejarles hechos un colador.

Se quedaron sin pistas en... The Wire (serie, 2002-2008)

¿Cuál es el agente más inepto de la policía de Baltimore? ¿Será McNulty (Dominic West)? Ni por asomo, aunque su afición a la botella le haga patinar a veces. ¿Será Przbylewsky? Tampoco: el chaval no da una en el trabajo de campo, pero es un virtuoso de la criptografía (¡esos crucigramas!) y acaba colgando la placa para convertirse en un profe muy enrollado. Hacednos caso: si queréis encontrar a la auténtica hez de la comisaría más mugrienta de la historia de la TV, fijaos en este par de perlas cultivadas, fieles exponentes de esos 'caimanes' tan incompetentes como entrados en años que todos hemos visto alguna vez en nuestros trabajos. Todos recordamos las caras que se les quedaban a McNulty y Kima cuando, tras ordenarles obtener una foto del muy afroamericano Avon Barksdale (Wood Harris), ellos les entregaban el retrato de un señor madurito y blanco. Sobre todo, blanco. Qué cosas.