10 cosas raras que puedes encontrar en Marte (además de agua)

Si te gusta la astronomía, o sencillamente ojeas la sección de Ciencia del periódico, estarás al tanto de la noticia cósmica de la semana, y probablemente del año: los datos del satélite Mars Reconnaissance Orbiter han aportado indicios de la existencia de agua líquida en el Planeta Rojo, cuando hasta ahora siempre se la había detectado en estado sólido (es decir, congelada). Aunque las noticias sobre hallazgos astronómicos siempre hay que cogerlas con pinzas, estamos ante un descubrimiento de altura, caso de que se confirme: por lo pronto, da nuevo pie a las hipótesis que afirman que en Marte hubo vida en un pasado lejano.

En CINEMANÍA nos hemos tomado la novedad con emoción, pero también con saludable escepticismo: al fin y al cabo, no hace tanto que los científicos hablaban de unos "canales" que resultaron ser grandes desfiladeros. Además, gracias al cine sabemos que en Marte no sólo hay agua, sino también cosas muchísimo más raras. Compruébalo en este informe.

Lo sabemos gracias a... La guerra de los mundos (2005)

Remakeando el clásico de 1953, y dándole un giro pro-EE UU al mensaje político original (los marcianos son colonialistas... ¿o terroristas?), el 'Rey Midas' selló su alianza con Tom Cruise recordándonos que todo lo que viene de fuera es malo, y que no hay nada como una familia unida.

Lo sabemos gracias a... Aelita, reina de Marte (1924)

No todo el cine soviético se compuso de Eisensteins, Vertovs, Pudovkins y demás sesudos. En la filmografía de la Rusia revolucionaria también hubo espacio para este delirio de ciencia-ficción, en el que un astrónomo terrestre (y marxista-leninista) y una reina destronada encabezaban una revolución para que Marte fuese rojo en más cosas que su aspecto.

Lo sabemos gracias a Doom (2005)

Nota importante para marines espaciales: si recibes informes sobre una misión científica en Marte que ha dejado de transmitir informes... Ni se te ocurra acercarte, a no ser que quieras ser la cena de monstruos sanguinarios, como de videojuego shooter en primera persona.

Lo sabemos gracias a... El gran marciano (2001)

Afortunadamente olvidado para la mayoría, este ejercicio de cine-reality embarcó a Jorge 'Quién-me-pone-la-pierna-encima' Berrocal, Íñigo González, María José Galera y otros concursantes de la primera edición española del programa en un bromazo mayúsculo y astronáutico, persuadiéndoles de que iban a viajar a las estrellas. Afortunadamente (para los marcianos), todo era una fantasmada.

Lo sabemos gracias a... Misión a Marte (2000)

En Marte, como sabemos, hay una esfinge. O, mejor dicho, una formación geológica que (vista desde la Tierra) recuerda a un rostro alienígena. Con un Brian DePalma algo domesticado a la dirección, Tim Robbins y sus compañeros astronautas descubrían en este filme que dicha semejanza no es ninguna casualidad, y que los antiguos habitantes del Planeta Rojo tenían más que ver con nosotros de lo que pensamos.

Lo sabemos gracias a... Santa Claus conquista a los marcianos (1964)

En plena edad de oro de la serie B, y de los filmes sobre marcianos malos, esta infraproducción para autocines nos reveló el mayor crimen de los habitantes del cuarto planeta: no permiten a sus hijos celebrar la Navidad. El anciano barbudo del Polo Norte remedia tal injusticia en este filme, presencia habitual en las listas de peores obras de la historia del cine.

Lo sabemos gracias a... Fantasmas de Marte (2001)

Tal y como están las cosas en lo que alienígenas se trata, es un alivio llegar a Marte y descubrir que el planeta está desierto. Pero andando John Carpenter de por medio, nada podía ser tan sencillo: el autor de Rescate en Nueva York se lo pasó pipa involucrando a Jason Statham, Pam Grier y compañía en una historia delirante sobre polis, cacos y espectros del pasado que poseen a colonos incautos.

Lo sabemos gracias a... Mars Attacks! (Tim Burton, 1996)

Puestos a sufrir una invasión extraterrestre, qué menos que te exterminen con estilo. Prueba de ello es este filme, el más cómico y desatado de Tim Burton, en el que los marcianos hacen gala de un refinado sentido del humor en sus perrerías contra la humanidad. Como decía en él la primera dama Glenn Close: "¡Jarabe de palo!".

Lo sabemos gracias a... Desafío total (1989)

Si las noticias sobre el agua líquida en Marte no nos han cogido de nuevas, es principalmente gracias a este filme de Paul Verhoeven. En él descubrimos que el Planeta Rojo no sólo cobija agua bajo su superficie, sino que en él también hay señoritas genéticamente alteradas y de moral distraída. También las veremos en el remake, por suerte.

Lo sabremos gracias a... John Carter (2012)

Cuando Taylor Kitsch viaje al Barsoom (como llaman a Marte los lugareños), gracias al director Andrew Stanton, no sólo encontrará en él feroces tribus bárbaras, sino también a una moza de sangre real y con los contundentes rasgos de Lynn Collins. Démosle las gracias por ello a Edgar Rice Burroughs, que creó sus relatos cuando la ficción era (aún) más poderosa que la ciencia.