CINEMANÍA nº301

Wonder Women - 25 aniversario
CINEMANÍA nº301
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CINEMANÍA nº301

¿DÓNDE ESTABAS TÚ EN OCTUBRE DE 2020?1 ALONG CAME POLLY. En octubre de 1995 yo estaba empezando el último curso de Derecho, que luego terminé más por vergüenza que por talento y cuyo título descolgué por falta de vocación, para acabar empeñándolo por la máquina de escribir portátil de la carrera de Periodismo. El fútbol me empezaba a abandonar a mí, renqueaba sacándome unas perras en Tercera División un año después de que el Espanyol me diese la baja, y mi amor a distancia me dejaba mucho tiempo libre para ir al cine, pararme en los kioscos y leer revistas.

Y entonces llegó ella...

2 EL FLECHAZO. Una flamante revista de nombre pegadizo, aire internacional, diseño límpido y una frase enigmática (por la que nadie pregunta jamás) en un lomo con eco de claqueta. La campaña de promoción de la nueva publicación fue descomunal. Con anuncios en la tele, oiga: dicen las malas lenguas que Prisa (y Sogecable, aprovechando el lanzamiento de Canal Satélite Digital, hoy Movistar+), editora entonces hasta 2015, todavía está pagando aquel lanzamiento a tutiplén, pero lejos del boato y la sobredosis de canapés de la España de los 90, a los lectores nos llegó el aire de que de aquella cabecera (esa mancheta contundente incluso en minúscula que diseñó Fernando Gutiérrez) surgía algo nuevo, diferente a lo que hasta entonces leíamos los cinéfilos. Elena y yo la compramos el primer día y la comentamos página a página por teléfono. Teléfono fijo. Éramos amantes de cine y nos convertimos en cinemaníacos de por vida. Aquella diferencia que vislumbramos es algo de lo que aún estamos orgullosos, 25 años después, los que hoy hacemos CINEMANÍA con la misma ilusión, el doble de trabajo con web y redes, y tres veces menos plantilla. Ah, las reconversiones industriales nunca noveladas del periodismo escrito, esperando que alguien las lleve al cine.

3 ASTRONAUTAS. Aquel histórico número con portada de Emma Thompson, madrina de la revista en el Festival de San Sebastián (el Zinemaldia, siempre presente) donde presentó Carrington, es una pieza cotizada hoy en Todocoleccion. “Una nueva forma de ver el cine”, anunciaba su primer director, Javier Angulo, al que mando un abrazo hasta su Seminci, como a todos los que han hecho CINEMANÍA, compañeros de ayer a hoy. No tuve la suerte de iniciar el proyecto. Llegué casi cuatro años de hincha impenitente más tarde, en el número 47, portada risueña de Julia Roberts ante Notting Hill. Cumplí un sueño, mi Caballo y sabueso vital: entrar a trabajar en la revista que devoraba todos los meses. Con la actual sobredosis de ventanas para el universo audiovisual, hemos mutado aquel impulso hacia nuestra locura por el cine y las series. Seguimos siendo diferentes, incluso a lo que empezamos siendo.

A los ojos del cinemaníaco de 2020, ante este aniversario en el que 25 años después rendimos homenaje a las mejores cineastas de la historia (nos gustan las listas, más que entonces), llama la atención que en octubre de 1995, de entre la treintena de películas de estreno en España solo una fue dirigida por una mujer: Sacerdote (Priest), de Antonia Bird. En este mes en plena crisis en las salas de cine por la pandemia de Covid-19 (que no se olvide: escribimos también para las hemerotecas) con un panorama cinéfilo nada halagüeño, y sin contar las 26 directoras de portada (25+Patty Jenkins) se estrenan seis películas con directoras. Aún más: un completo reportaje sobre los oficios del cine español del 95, de las 14 tareas retratadas, solo se personificaba a 3 mujeres: maquillaje y peluquería, montaje y script. Hoy sería imposible algo así. Queda mucho camino por recorrer, el ritmo ha sido muy lento, no es suficiente, pero el cambio es evidente. Salta a los ojos, como lo hace nuestra revista todos los meses en papel, en la web y en las redes sociales (los kioscos de nuestra era), desde donde seguimos proponiendo algo diferente.

Recorremos el camino inverso al astronauta y hoy ministro Pedro Duque, que en aquella CINEMANÍA original escribió una pieza para explicar cómo se veía desde la NASA a Tom Hanks en Apolo 13. Enamorados de las películas y de las series (no las vimos venir) cada vez tenemos más ganas de imaginar mundos mejores, cada día estamos más lejos de terminar en un ministerio. Estamos más locos por el cine todavía.

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