CINEMANÍA nº 244

DIRECTOR´S CUT: RESERVOIR WARS

1. UNA DUDA NOS ACECHA. ¿Hay cinemaníacos que ya están hartos del furor universal por el retorno de Star Wars? En la eterna lucha contra la injusticia cinematográfica en la que está embarcada esta revista desde hace más de 20 años, hemos acabado por darnos cuenta de lo coñazo que podemos llegar a ser en ocasiones. O que podemos estar siendo, más bien, esta vez. Sin mala fe, sin faltar a nadie, lo que queráis, pero quizá nos estamos pasando. Y por eso Obi-Juan y los demás están que trinan: el niño viral que no sabe cómo decirle a su padre que está hasta la coronilla de sagas, halcones milenarios, muñequitos, espadas láser y hermanos que se cruzan sin conocerse por el espacio; pero también esa joven que ya no puede más con los accesorios de stormtroopers de su pareja friki en casa, y hasta ese marido que tiene celos de Harrison Ford porque su mujer es fetichista de la chupa de Han Solo. Todos ellos son víctimas, damnificados y represaliados de La guerra de las galaxias y sus entretelas. Y también a ellos les gusta el cine. ¿Qué hacemos? Alguien tenía que defenderlos, sin olvidar a la madre de todas las franquicias, la que devolvió a la gente a los cines allá por 1977, la que cambió el concepto de espectáculo, la que unió aventura y mística, la que nos obligó a posicionarnos a uno u otro lado de la Fuerza.

En el fondo, somos más papistas que papá George Lucas, seguimos el espíritu de nuestro héroe favorito: Han Solo. Aparentemente contradictorio: aparece, pero protestando por todo. O sea, está y no está. Usa la retranca, se queja, simula que está mal a gusto, pero es feliz por surcar, valiente, la galaxia cinematográfica. Eso es lo que nos pasa a nosotros con este fenómeno que todo lo invade. No podemos vivir sin él, pero necesitamos más cine. Por eso hemos estado buscando un rival a su altura para nuestra otra portada. Y lo hemos encontrado.

2. SOLO, Y CON LECHE. Nos ha pasado como a Quentin Tarantino. Dice la leyenda que el chico del videoclub (el californiano Video Archive) que recomendaba películas a los incautos no sabía pronunciar una de sus favoritas: Au revoir, les enfants (Adiós, muchachos) de Louis Malle, y que mezcló su chapurreo de esta joya francesa con los Straw Dogs (Perros de paja) de Sam Peckinpah hasta acabar llevando la fórmula resultante a Sundance en forma de peli de atraco que nunca aparece en pantalla. Ahora que llega este Reservoir Dogs del Oeste en la cabaña del tío Quentin coincidiendo con la locura colectiva por Star Wars, hemos decidido terciar en la batalla y quedarnos con los dos títulos. Nos metemos en la boca del lobo con polvorones y de ahí sale ‘Reservoir Wars’. Somos warsies, galácticos y hasta visitamos Tatooine aquellas vacaciones en Túnez, por eso le dedicamos sendas portadas a R2-D2 y BB-8 en 2015, y también queríamos empezar este 2016 que El despertar de la Fuerza comienza arrasando con una nueva portada dedicada a Han Solo, nuestro héroe. Quién sabe cuándo volveremos a tener la oportunidad de rendir homenaje al mejor amigo de Chewbacca. Bien. Pero hay más vida cinemaníaca en la galaxia. Compañía para Han Solo.

3. ES LA GUERRA. Y a nosotros nos encanta ser los corresponsales del conflicto. Tarantino no compraría nuestra portada de Star Wars. Incluso aunque la alternativa sea The Hateful Eight (permitidme evitar la cacofonía de Los odiosos ocho). Y la cosa viene de antes incluso de que Star Wars y Disney (dueños de los derechos galácticos) copen las salas con El despertar de la Fuerza al inicio de 2016 y no le dejen ni un mísero cine en 70mm en Los Ángeles para el estreno de su octava película (El Tarantino Otto e mezzo, si contamos con el episodio de Four Rooms). Hace años, el director de Pulp Fiction expresó su pereza ante lo que venía: “La nueva saga no podría importarme menos, especialmente si va a hacerla Disney. No estoy interesado en la versión de Simon West (director de Con Air y Los mercenarios 2) de Star Wars”. Sólo un tipo así puede enfrentarse al poder de La Fuerza y creer que va a salir vencedor. Es nuestro hombre. Y más si le acompañan otros ocho tipejos armados hasta los dientes.

P.D. Ventajas de ser director, os dejo mi otra lista de lo mejor de 2015, al margen de nuestra selección. Me quedo con 10 gloriosas pequeñas películas: Mr. Turner, ‘71, Les combattants, Las altas presiones, Bernie, Heimat, El cartero de las noches blancas, Taxi Teherán, Langosta y O Futebol. Que no caigan en el olvido. ¡Feliz 2016!