Cinemanía nº 197

DARTH VADER – 'Soy vuestro padre'
Cinemanía nº 197
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Cinemanía nº 197

35 años del icono oscuro

Director´s Cut: HIJOS DE PAPÁ

1. YO CONFIESO.  Padre, he pecado. He cometido auténticas barbaridades galácticas, perseguibles de oficio desde aquí a Tatooine. Lo reconozco. Siendo aún un crío de tres años, pude haber hecho todo lo posible por acudir al estreno de La Guerra de las Galaxias en el regazo de mi madre, pero no supe cómo convencerla. No pataleé lo suficiente. Mea culpa. En su lugar, la vi algún tiempo después, en un cine de barrio, de reestreno, pasando más miedo que siete viejas, correteando por las filas de butacas hasta que me aburrí de molestar a la platea. Tendría cuatro o cinco años. Padre, perdóname porque no sabía lo que hacía. Luego la cosa todavía fue a peor: vi la tercera entrega antes que la segunda, y por eso durante años idealicé El retorno del Jedi sin ser consciente de la gravedad de mi error. Y el mayor crimen de todos: mis primeros muñecos oficiales fueron, ay, unos Ewoks. Con el tiempo intenté arreglar las cosas: vi los VHS, acudí a los estrenos de las ediciones restauradas a finales de los 90, repasé los dvd e incluso empecé escribiendo sobre La amenaza fantasma en mi primer número de CINEMANÍA. Pero ahí la volví a fastidiar: hablaba de Jar Jar Binks, pero no lo vi venir. Fui incapaz de alertar a la población del peligro que nos amenazaba ante semejante personaje. Hoy, 35 años después, nada de todo aquello importa. Recuérdalo, cualesquiera que sean tus males, nuestro padre nos quiere igual.

2. GALÁCTICOS SOMOS TODOS. Quizá no conozcas el nombre de pila de todos los parroquianos de la cantina de Mos Eisley, ni colecciones muñecos del ejército imperial, ni acudas a concentraciones de galácticos sin fronteras. Tal vez simplemente no hayas podido evitar caer seducido por el poder de este icono con capa que volvió a demostrar una vez más que los villanos tienen una vida más larga que los héroes, incluso aunque caigan antes. Más todavía: a lo peor ni siquiera te impacte ese casco negro ni el lado oscuro de la Fuerza, porque no perteneces a ninguna de las generaciones que cayó rendida a los pies de Darth Vader o porque estuviste encerrado en tu burbuja sin salir desde 1977. No importa. En cualquiera de los casos, habrás sentido incluso sin ser consciente de ello el influjo de Star Wars en tu vida diaria, en casa y en la calle, pero sobre todo en la creación, desde el cine que vino después al mismísimo lenguaje, pasando por la cultura visual, espiritual y literaria. Nada sería igual sin Star Wars. Tampoco los fichajes del Real Madrid.

3. ’GIJÓN WARS’. Darth Vader y compañía nos cambiaron la vida, como también lo hace el buen cine desde todos los puntos de vista. Incluido aquél que tiene menos voz y escasa presencia mediática pero también acaba seduciéndonos, haciéndonos mejores personas. Como bien saben en el Festival de Gijón, donde José Luis Cienfuegos nos cambió la vida muchas veces gracias a pequeñas películas que nunca hubiésemos descubierto de no ser por la valentía de su apuesta. Ojalá este certamen tan necesario no acabe cayendo en el lado oscuro.

CARLOS MARAÑÓN

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