Un, dos tres... al escondite inglés (1970), , Aunque llegara después de la de Lázaga, la (otra) obra maestra de Iván Zulueta es la película imprescindible para comprender el bestiario de grupos que cambiaron la música española del momento. Y de regalo, aquel chaval que se veía obligado a "codirigir" con Borau por no tener carné del sindicato se revelaba como un cineasta capaz de adelantar por la derecha a Richard Lester., , En mitad de semejante tinglado que es historia viva de nuestro cine, por supuesto, José María Íñigo.
Me has hecho perder el juicio (1973), , No todo iba a ser apoyar a cineastas punkis como Zulueta y en los estertores del franquismo, Íñigo se citaba con un clásico, Juan de Orduña, para aparecer en su testamento cinematográfico.
Muertos de risa (1999), , Damos un pequeño salto en el tiempo, casi el mismo que dio Álex de la Iglesia para recrear el plató de Directísimo en Muertos de Risa y hacer que Segura y Wyoming se encontraran con el mismísimo José María Íñigo en el programa donde entrevistó al mentalista Uri Geller.