No podía faltar en este ranking la representante de actores que inspira ternura a pesar de sus defectos. Sin muchas pretensiones, pero con una acogida brutal por parte de la crítica, Paquita Salas demuestra que no importa la (plata)forma si no el contenido.
“Chicas, ¿a que os ha pasado esto?”. Fleabag nos habla a cámara para hacernos partícipes de su desastrosa vida sexual. Ese es el toque gamberro de una serie que explora, en realidad, temas más delicados, como la pérdida de una madre o la amistad entre mujeres.
Mientras acababan The Good Wife y preparaban su spin-off, sus creadores parieron esta disparatada comedia que sugiere que los descerebrados políticos lo son porque están controlados por hormigas alienígenas. Tal cual. Lo mejor: las curradas intros musicales.
Chico inseguro conoce a chica con baja autoestima, y surge la amistad. Ambos acaban de romper con sus parejas, pero son adictos al amor. Esta hilarante romcom con treinteañeros, creada por Judd Apatow, cuestiona entre risas el miedo a la soledad.
Un soldado es repudiado a su regreso a casa desde Vietnam por esos nuevos EE UU que odian la guerra. Paradójicamente, su única salida para ganarse la vida será matar por dinero. Y aquí entran los villanos, estereotipadamente singulares, con Peter Mullan a la cabeza.
Baskets es un payaso torpe, pero se siente todo un artista. Zach Galifianakis, en un doble papel, derrocha ingenio en esta comedia agridulce firmada por Louis CK, que esconde una sorpresa: al orondo cómico Louie Anderson interpretando a la madre de Baskets.
Qué historia tan bonita, y… no tendríamos que decir más. Drama generacional con tres hermanos frustrados cuyas historias se alternan con flashbacks que ayudan a entender sus limitaciones personales. La emotividad no quita que se te dibuje una sonrisa tonta en la cara.
O cómo sobrevivir en EE UU siendo negro. Donald Glover se aleja del humor de Community para acercarse a los problemas de los suyos. Semibiográfica, esta comedia incómoda destapa situaciones injustas que animan, no sólo a la reflexión, sino a tomar partido.
Que si la permanente hortera de la fiscal, que si las niñas Kardashian se obsesionaron con el showbusiness aquí, que si el guante no encajaba… Ryan Murphy reinventa (¿parodia?) el caso más mediático de los 90. ¿Resultado? Mejor miniserie en los Emmy.
Ya tocaba. Inspirado en los héroes negros del cine de los 70, el universo Marvel continúa su expansión con el hierático vecino de Harlem y ex amante de Jessica Jones interpretado por Mike Colter. En sus tensos silencios anida el peligro.
La soberbia adaptación de John le Carré consigue un auténtico tour de force de Tom Hiddleston, el elegante infiltrado, y Hugh Laurie, un traficante tan chungo que haría llorar al mismísimo doctor House. Un hito: el compositor Víctor Reyes se llevó el Emmy.
El joven Pío XIII tiene la sonrisa pícara y el cuerpazo desnudo de Jude Law. Qué irreverente resulta Paolo Sorrentino (La gran belleza) mostrando las intimidades del Vaticano, provocando visualmente, explotando la extravagancia, empujándonos a pecar…
Las historias con falsos culpables enganchan como pocas y esta, creada por Richard Price (The Wire), es una de ellas. Con un indolente John Turturro arrastrando sus alergias y un honrado pakistaní que sufre un “¡Jo, qué noche!” de Guinness. Di ‘NO’ a las drogas.
Steven Soderbergh triunfó en nuestro ránking 2014 con la truculenta The Knick. “Remasterizar” su propia película homónima de 2009 cambiando a la ex actriz porno Sasha Grey por la nieta de Elvis, Riley Keough, parecía una idea descabellada. El resultado, sin embargo, es hipnótico. La prostitución de lujo, el dinero fácil, la doble moral, las nuevas tecnologías del morbo… son el exquisito gancho para destapar una serie de corruptelas empresariales, lo que hace que este sensual thriller cobre un interés inusitado.
Tanto tiempo echando de menos Deadwood nos ha hecho abrazar con fervor este western existencialista, con robots que sufren porque recuerdan y hombres que sólo desean hacerles daño. Un galimatías, este reboot televisivo del setentero filme de Michael Crichton, con el que J. J. Abrams y Jonathan Nolan reinventan al villano: el enigmático ‘Hombre de Negro’. La publicitada como “nueva Juego de tronos” contiene sexo, violencia y toques shakespearianos, y hasta una khaleesi llamada Dolores, cuyas pistolas son sus dragones.
Un monstruo vino a vernos también en televisión. Sin autobombo, Netflix nos soltó un cóctel ochentero tan adictivo que seguimos enganchados queriendo saberlo todo de su segunda temporada. Agradecimos que los hermanos Duffer, sin inventar nada nuevo, evidenciasen su admiración por los grandes (Spielberg, Carpenter, King). Si Winona Ryder lo dio todo como madre coraje –¡esa ouija viral!–, qué decir de Millie Bobby Brown: con un nombre tan cool sólo podía superar el Top 10 siendo la ‘Número Once’.