Cuando deseas algo con mucha fuerza...

Un vagabundo subido a una caja de fruta sujetaba un cartel que ponía: “El fin del mundo se acerca”. Sonreía y se le veía una mella. A escasos metros Dora la Exploradora le daba una paliza a Minnie Mouse, mientras dos policías ayudados por Bob Esponja y Patricio trataban de calmarlas. Esto es lo que vi el otro día mientras paseaba por la Puerta del Sol, aquí en Madrid. No había fumado nada aquella tarde, lo juro. Entonces alguien me tocó en el hombro y me giré, era un chico moreno con el flequillo churretoso, bien parecido y bastante magro.

–Hola, Joaquín, perdona que te moleste, soy actor y también dirijo cortos. Mi sueño es trabajar en esto y no sé… ¿me podrías dar una dirección…?

Antes de que terminara de hablar no sé por qué, salí corriendo y no paré hasta llegar a mi casa, entonces me eché en mi cama y lloré. Bueno, no hice todo el trayecto a la carrera, durante un tramo largo cogí el metro. El caso es que me sentí turbado y confuso ante el encuentro con el desconocido y creo que ya sé por qué. Ahora, aprovechando que escribo desde mi atalaya, me gustaría dirigirme a él personalmente:

Querido amigo moreno con el flequillo churretoso, bien parecido y bastante magro, ¿te acuerdas de mí? Soy Joaquín Reyes, me abordaste hace unos días en la Puerta del Sol. Te dejé con la palabra en la boca, porque salí huyendo. Supongo que al verme marcharme de esa forma te quedarías con el culo torcido, te presento mis disculpas. Ahora que estoy más calmado, y que acabo de merendar, quiero hacerte llegar un mensaje:

Me dijiste que te gustaba actuar y dirigir cortos y que te querías dedicar a esto, supongo que profesionalmente, pues bien ¡ABANDONA! ¡PERSEGUIR SUEÑOS ES UNA MALÍSIMA IDEA!

Piénsalo bien, lo más probable es que no lo consigas. A lo mejor tus ideas no son tan buenas, a lo mejor no tienes tanto talento como crees. Como diría Paulo Coelho: “Estudia unas oposiciones”.

De nada.