Cartas cinéfalas: Tom Cruise a Kubrick sobre 'Eyes Wide Shut'

Los Ángeles, 11 de septiembre de 1996

Querido Stanley:

No me pasa desapercibido que el mes que viene empezamos el rodaje de nuestra película. Estoy como un niño que no puede esperar a abrir el paquete que le ha dejado Santa Claus, a sabiendas de que lo que hay dentro es lo que pidió, y no una mierda de perro. Quiero que sepas que para Nicole y para mí eres un prohombre sólo comparable a Sócrates o a Eduardo Punset. Estamos muy contentos… ¡Bueno, Nicole está entusiasmada con este proyecto! Se lo he notado en que se le ha vuelto más pelirrojo el pelo, y el de la cabeza también. Le suele pasar cuando se excita por algo; tenías que haber visto cómo se le puso con el último capítulo de Farmacia de guardia.

Y qué decir tiene que, a pesar de ser –dicho con toda la humildad del mundo– unas superestrellas del cine, estamos a tu disposición; somos barro en tus manos, como suele decirse. Si quieres repetir una secuencia todas las veces que quieras, hazlo. Por ponerte un ejemplo: si la secuencia en la que abro la puerta de mi casa quieres que la repita 95 veces, ¡cuenta conmigo!

Sólo una cosita: como sabes, soy cienciólogo y el próximo fin de semana me suben a OIII, que es como ser cinturón negro. Bueno, pues en el puente de la Inmaculada hay un viaje –sólo para OIII– al volcán, para ver a Xenu, el extarrestre. Como comprenderás, es inaplazable –en la Cienciología no esperan a nadie– y cuento con poder ir. Te lo comento a pesar de que, para esas fechas, con total seguridad, ya habremos terminado el rodaje. Pero, aun así, quería que lo supieras.

Un abrazo,

TOM

P. D.: Al hablar contigo por teléfono me he dado cuenta de que tienes una voz monótona y carente de tono, con eso los cienciólogos te podemos echar una mano.

P. P. D.: Destruye esta carta, hay contenido confidencial.