Día de lluvia en Nueva York

Día de lluvia en Nueva York
Día de lluvia en Nueva York
Día de lluvia en Nueva York

Hay un momento en Día de lluvia en Nueva York en el que Timothée Chalamet se sienta al piano y canta Everything Happens to Me, la canción de Dennis y Adair que nunca ha sonado mejor que en la boca rota de Chet Baker: “I fell in love just once, and then it had to be with you…”. Afuera, en Manhattan, no deja de llover y el interés romántico del protagonista (Selena Gomez) aparece en escena con el pelo mojado y ropa recién cambiada. Uno entonces no puede más que alegrarse de la genética de Woody Allen, cuyos padres vivieron en ambos casos más allá de los 90 años.

Día de lluvia en Nueva York arranca con esa voz en off made in Allen con la que el protagonista, Gatsby, se presenta y nos pone en situación, entre esas simpáticas reflexiones metafísicas y greguerías neoyorquinas que son música (jazz concretamente) para los oídos de cualquier amante del cine de Woody. Su novia (Elle Fanning) tiene que viajar a Manhattan para realizar una entrevista a un prestigioso director y él encuentra en el encargo la ocasión perfecta para descubrirle los rincones más selectos de la ciudad. Allen aprovecha esta excusa para que su protagonista brille como el pijo del Upper East Side que es, un diletante carismático que en otra vida podría haber sido la oveja negra de la familia protagonista de Todos dicen I Love You. Todo en él rezuma encanto, sus aires salingerianos, su suerte en el poker y esa madre inolvidable interpretada por Cherry Jones que hará las delicias de cualquier fan de Succession. Por supuesto, también la interpretación de Timothée Chalamet, fenómeno álter ego de Allen a medio camino entre Owen Wilson en Midnight in Paris y los personajes del director en Manhattan o Annie Hall.  

Tras años de dramas atinados e historias románticas algo atolondradas (y, ojo, antes de que su siguiente película con Elena Anaya nos traslade al festival de San Sebastián), Gatsby representa el regreso de Allen a Manhattan y a los enredos sentimentales, entre pasillos del Met y personajes secundarios con risas graciosas. En la línea de sus mejores comedias de los 70, con conflictos similares pero sin la brillantez de aquellas, Allen confirma que sigue siendo el mejor en explorar lo que los seres humanos (empezando por él mismo) tanto nos empeñamos en complicar: el amor.  Y sí. Cierto es que la fotografía de Vittorio Storaro (ese perpetuo atardecer a todas las horas del día) empalaga tanto que una termina agradeciendo el lluvioso título de la película. Y también, que la trama paralela de Elle Fanning en sus escarceos con el mundo del cine no tiene el mismo encanto que observar a Chalamet perdiendo el tiempo en Manhattan, incluidos esos secundarios (Liev Schreiber, Jude Law, Diego Luna) desaprovechados. Sin embargo, y por mucho que le pese a cierta corriente neopuritana que se ha instalado en los medios de comunicación, nada de esto hará que Woody Allen abandone esa lista, junto a Groucho Marx, Willie Mays o el segundo movimiento de la sinfonía Júpiter, de cosas por las que merece la pena vivir.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

Día de lluvia en Nueva York
  • Director:

    Woody Allen

  • Género:

    Comedia, Romance

  • País:

    Estados Unidos

  • Sinopsis:

    Dos amantes universitarios pasan un fin de semana en Nuevo York. Unos días donde el mal tiempo y una serie de problemas harán que vivan toda clase de aventuras.

  • REPARTO: Elle Fanning, Timothée Chalamet

  • GUIÓN: Woody Allen

  • VEREDICTO: No querrás que deje de llover. Y no hablamos solo de la foto de Storaro.

  • DURACIÓN: 92 min.

  • DISTRIBUIDORA: A Contracorriente Films

  • ESTRENO: 11/10/2019

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