XBOX ONE: Una consola para gobernarlos a todos

La estrategia de Microsoft es clara: una videoconsola que se convierta en el centro del ocio doméstico durante los próximos diez años. Desde su anuncio, Xbox One ha estado rodeada de polémica: que si la política hacia los jugadores podía ser abusiva, que si es necesario el acceso constante a internet y el uso de Kinect, que si es un producto más caro que el de la competencia… Tras unos meses de cambios, anuncios y pruebas, la nueva Xbox ya está en la tiendas, y en manos de los jugadores y fans más impaciente.

Más allá de polémicas y políticas que, seamos sinceros, poco tienen que ver con la experiencia de juego, es cierto que hay algunos detalles que ensombrecen este lanzamiento. La idea de convertir la consola en un sistema que centralice la reproducción de contenidos por streaming, e incluso la visualización de los canales de TV convencionales, pasa por dos condiciones importante. La primera, y la más obvia, es que estos servicios son en su mayoría de pago. No sólo tienen que pagar internet a tu compañía telefónica, también el servicio de suscripción de Xbox Live para acceder a los contenidos en línea. Que sea algo ya común en muchas plataformas (no sólo videojuegos) no quita que suponga un esfuerzo extra para el usuario. La segunda condición es que muchos de estos servicios están pensados para ser usados en territorio norteamericano, así que en Europa tardaremos en disfrutar de muchos de ellos. Llegarán, pero…

En cualquier caso, serán pocos los jugadores que utilicen la consola para ver “¿Quién quiere casarse con mi hijo?”. En general, la consola se usará para jugar. Y la potencia de Xbox One supone el primer salto a la anunciada “nueva generación”. Es muy pronto para que los juegos exploten al máximo las capacidades de estas máquinas, como jugar a altas resoluciones con un alto número de frames por segundo. Pero ya con los juegos de lanzamiento se notan algunas mejoras. No son muchas, pero las hay.

Xbox One viene acompañada, además de por juegos impresionantes de otras compañías como Assassin’s Creed 4: Black Flag o Battlefield 4, de tres títulos creados bajo el ala de la propia Microsoft. Forza Motorsport 5 es el juego de conducción definitivo. Seguramente el mejor título de coches que he jugado. A todas las bondades de entregas anteriores anteriores hay que añadir la evolución gráfica que aprovecha el mejor rendimiento de la nueva consola. A 1080 puntos de resolución y 60 fps el juego lleva al jugador volando sobre el asfalto. Es fluído, es rápido es detallado y bonito. Y no sólo el juego en sí conquista el jugador por su acabado y jugabilidad, también otros “detalles externos” enriquecen las experiencia. Por ejemplo, según el usuario comience a jugar a Forza 5, el sistema creará un duplicado virtual, con las características de juego del usuario, y aunque el jugador no esté usando el juego, su doble virtual seguirá compitiendo en la nube, ganado experiencia. Otro ejemplo, Forza 5 saca partido del nuevo sistema de vibración de los gatillos del mando de la consola. Nada más arrancar el coche en el juego notaremos cómo estos vibran y ofrecen resistencia, como si de los pedales reales del coche se tratara.

Ryse: Son of Rome fue uno de los títulos más llamativos de las distintas presentaciones de la consola durante estos meses de prelanzamiento. Un juego que deja entrever las grandes posibilidades gráficas de la consola en un futuro cercano. El juego nos mete de lleno en una historia de venganza con la conquista romana de Bretaña. Nada más comenzar a jugar se hacen evidentes muchas mejoras visuales: algunos escenarios parecen auténticas fotografías, la calidad y detalle de las texturas es apabullante, y los efectos de iluminación dejarán a mucho boquiabiertos. Personalmente he encontrado en Rise una de las mejores presentaciones de un bosque (aterrador en medio de la noche) que jamás he visto en un juego. A pesar de que su “modo historia” podría resultar algo breve, Ryse: Son of Rome incluye un modo multijugador de los más adictivos que hemos probado últimamente. Conviértete en una estrella del circo romano, un gladiador sin igual, en solitario o junto a un compañero, y supera los diferentes y numerosos retos que proponen en luego. Totalmente adictivo.

Dead Rising 3 es la nueva entrega de la popular saga de zombies de Capcom, en exclusiva para Xbox One. Mezcla un sistema de juego similar al de GTA con lo que más te gusta de las pelis de Romero y tendrás este divertidísimo juego. Trata de salvar el pellejo recorriendo las calles de la ciudad de Los Perdidos haciendo picadillo a cantidades masivas de Zombies. Nunca habíamos visto tantos y tantos zombies (todos diferentes) a la vez en una pantalla. Al humor canalla y desproporcionado del juego, junto con su violencia bizarra, hay que sumarle las grandes posibilidades que Xbox One supone en cuanto a potencia para recrear una ciudad llena de calles, edificios en los que podemos entrar, vehículos que podemos usar… Incluso podrás usar el micrófono de Kinect para hablar y llamar así la atención de los zombies, que acudirán a tu reclamo incluso saltando de tejados y ventanas. Nada puede detenerlos… Excepto tu personaje, disfrazado de osito de peluche con sombrero mexicano y unos guantes de boxeo autopropulsados y llenos de clavos…

La nueva generación ya está aquí, pero tan sólo hemos visto un avance de lo que nos espera. Los jugadores esperan ya como locos futuros lanzamientos como Titan Fall, otra exclusiva de Xbox One que nos llevará a una guerra futurista librada con ayuda de enormes mechas de combates, para que puedas protagonizar en Xbox One tu propia versión de Pacific Rim… El futuro empieza aquí.

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