OPINIÓN

'Van Pires': Transformers vs Power Rangers

'Van Pires': Transformers vs Power Rangers
'Van Pires': Transformers vs Power Rangers
'Van Pires': Transformers vs Power Rangers

El tremebundo éxito de Power Rangers llevó a la consecuencia inevitable: imitaciones y derivados de todo tipo. Y los que acusaban a la serie “original” (ejem) de cutre, no tardaron en alucinar pepinillos con algunas de estas exploitations. Ya os hemos hablado por aquí de Tatooed Teenagers Alien Fighters from Beverly Hills, una de las copias más casposas. La de hoy se hunde a profundidades semejantes.

Van Pires (Van= furgoneta. Lo pilláis) llegó en 1997 y fue fruto de combinar dos modas del momento. Por un lado, utilizaba ciertos códigos del sentai: cuatro jóvenes que forman un equipo de héroes y se transforman cuando llega el peligro. Por otro, aprovechaba otra tendencia de la época, una que ha hecho que muchas series jamás vuelvan a ser repuestas: la animación CGI. Reboot, claro, tenía un pase. Pero aquí, la integración entre las partes animadas y las reales fue tan lamentable que es imposible que cause nada salvo estupor y vergüenza. Condenada a ser olvidada.

Menos por nosotros, claro.

La historia arranca presentándonos a sus cuatro jóvenes protagonistas: el guapo, el gracioso, un negro enrrollado y una chica-chicazo. Van al instituto, pero en realidad lo que les chifla es trastear con coche. Así que se pasan las horas muertas en el desguace, montando y desmontando motores en compañía de un tipo raro llamado Van Hell-sing, una especie de hippy rockero que habla en plan flipado total, que les sirve como gurú.

Una aciaga noche cae un meteorito en el desguace, con el efecto de que…. ¡varios de los coches cobran vidas! Liderados por un malvado camión llamado Tracula, se convierten en los Van Pires, malvados vehículos vivientes que sólo buscan chupar la gasolina de coches inocentes.

'Van Pires': Transformers vs Power Rangers

Os juro que no me lo invento.

Por suerte, el meteorito también cambia a los cuatro adolescentes. Y les da el poder de metamorfosearse en… ¡coches! Inspirados por su mentor marchoso, se convierten en los Motor-vators, y se dedicarán a combatir a estos vampiros mecánicos malvados.

Como alivio cómico, tenemos otros dos objetos que han cobrado vida con el meteorito: un triciclo y un váter. Sí: un váter con ojos que habla y hace chistes. Hay series que tienen una o dos ideas absurdas: aquí es que no hay ni una que no lo sea. Es un recital de conceptos ridículos y argumentos gilipollescos a más no poder.

Toda la parte en la que vemos a los robots, los héroes transformados o el retrete parlante está resuelta con animación por ordenador. En 1997, había un CGI más o menos decente en algunas películas. Pero no en televisión, y menos en una producción con un presupuesto así de bajo. El resultado lo podéis ver en los vídeos.

Lo peor es que, a diferencia de otras series, las partes animadas no suceden en ningún mundo virtual ni nada parecido. Suceden en NUESTRO MUNDO, con lo que todo parece más lamentable si cabe. Incluso Babylon 5, realizado 4 años antes y con ordenadores Amiga, tenía mejor pinta. ¡Y el CGI se usaba en el espacio! El maridaje entre imagen real y animación es absolutamente catastrófico, anti natural y tremendamente insatisfactorio.

'Van Pires': Transformers vs Power Rangers

No solo es que los dos mundos no casen, es que la dirección de la animación, el doblaje y las situaciones que presentan son absolutamente ridículas. El mejor ejemplo está en el segundo episodio, donde uno de los chavales-robots-coches (joer) y el autobús de un grupo de rock (¡) se enfrentan en un duelo musical. Uno toca la batería y el otro la guitarra. Los dos dan mucha, mucha pena, moviéndose de una manera especialmente ortopédica mientras escuchamos gritos y chorradas de personajes fuera de plano o que no mueven la boca (¡los que tienen boca!). Es tan desquiciado que no puedes evitar pasártelo como un enano.

La serie tiene otro punto destacable. Destacable para bien, quiero decir: el gran John Entwistle, bajista de los legendarios The Who, se encargó de componer varias de las canciones. En la serie, el mentor Van He-llsing ese está todo el día hablando de la caña del rock y esas cosas. Y para subrayar el carácter musical de la producción, todos los episodios incluyen una canción original que suena en algún momento del metraje. Suenan a producción barata y rodada con cierta prisa, pero no están mal del todo, y contribuyen a subrayar el ambiente de flipamiento 90s de la serie.

Van Pires tuvo una primera temporada de 13 episodios y no fue renovada. Algunas fuentes parecen indicar que funcionó bien, pero lo cierto es que no tuvo continuación. Ni merchandising. Por lo que he podido averiguar, apenas fue exhibida fuera de los EEUU, y finalmente desapareció hasta que un profesional involucrado en su producción decidió colgarla entera en Youtube

Con el revival de Transformers aún por llegar y la moda de los Rangers remitiendo, esta serie no fue a ninguna parte. Y me parece una pena. Es complicado llegar a ver semejantes niveles de demencia en un “live action”. Van Pires debería pasar a la historia como una de las series más ridículas de la TV. Y precisamente por eso merece la pena que echéis un vistacillo: es un desastre a altura de cualquier clásico de la caspa.Van Pires: Transformers vs Power Rangers

Mostrar comentarios

Códigos Descuento