Titanfall

Desde que Respawn anunció que trabajan en un nuevo título, todo los aficionados estaban atentos a sus movimientos. Cuando los responsables de convertir Call of Duty en la franquicia que es hoy apuestan por algo, no hay que perderles la pista. El juego resultó ser un título exclusivo para las plataformas Microsoft, centrado en el modo multijugador y que nos transportaba a una guerra civil futurista protagonizada por enormes mechas: TITANFALL.

Claro, con esas cartas sobre la mesa, como para no emocionarse. Y con la aparición de las primeras imágenes promocionales Titanfall se convirtió en el título por el que los jugadores quieren tener una Xbox One. Su lanzamiento ha disparado las ventas de la nueva consola de Microsoft… Y no nos sorprende.

Titanfall es un juego impresionante, con un acabado técnico impecable y con tanta acción que puede convertir la sangre del jugador más tranquilo en gasolina. Es frenético y engancha. Nos ha encantado jugarlo y lo hemos disfrutado. Pero también tenemos que decir que algunos aspectos del juego nos han decepcionado mucho. Para el empezar, el juego (que de por sí no es barato) requiere de manera incondicional una suscripción a Xbox Live. El juego regala un pase de 30 días, pero si no dispones de Xbox Live (o de conexión a internet, ya puestos) el juego que has comprado se reduce a un menú. Literalmente, porque no podrás jugar. Una vez que has pagado conexión telefónica y suscripción a Xbox Live podrás protagonizar un modo campaña que no es tal: cada capítulo de la historia es en realidad una partida multijugador precedida de una narración. Una vez completadas las distintas misiones desde los dos bandos, hemos terminado el juego. Aproximandamente unas 6 horas de juego. Tal vez menos. Hay jugadores que incluso lo han hecho sin disparar un sólo tiro, simplemente dejando a sus compañeros de equipo jugar las partidas. Partidas, que por cierto, no es imprescindible ganar. Si pierdes simplemente ganarás menos puntos de experiencia, pero seguirás avanzando igual.

Es un precedente peligroso que un juego que está alcanzando tanta popularidad sea uno que te obliga, además de pagar el precio del juego, a pagar por jugar, reduciendo toda la experiencia a distintos modos multijugador.

Si aceptamos eso, disfrutaremos de uno de los shooter multijugador más divertidos y mejor desarrollados de los últimos años. Las posibilidades de combate son tantas y tan espectaculares que no te cansarás de jugar una y otra vez, y otra vez… Todas las posibilidades, desde corretear por las paredes y trepar sobre los titanes para destruirlos, como defender una posición pilotando uno de ellos o arrasar a todo lo que se mueva mientras avances son frenéticas, divertidas y ofrecen explosiones y destrucción aseguradas.

Eso es Bazinga!, donde sabemos que los titanes también tienen los pies de barro, aunque sean mecánicos.

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