Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

Tarareo Total

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A pesar de que la Naranja Mecánica revolucionaba los mundiales de fútbol (el desconcierto de los uruguayos frente a los naranjas en 1974 fue histórico), de que Johan Cruyff estaba en activo, con su documental El profeta del gol dando la vuelta al mundo, y de que Paul Verhoeven también era de Amsterdam, el cineasta neerlandés no tiró de la gran pasión holandesa por el balompié en ninguna de sus primeras (y espléndidas) películas en su país, allá por los setenta: Delicias turcas; Eric, oficial de la reina y Vivir a tope provocaron la llamada de Hollywood, mientras el Fútbol Total conquistaba el mundo.

Al poco tiempo, Co Prins (un Cruyff antes de Cruyff) tenía su hueco en el equipo aliado de Evasión o victoria; se estrenaba De Zwarte Meteoor, la aventura de Steve Mokone, primer extranjero en jugar al fútbol en Holanda, y el público llenaba los cines con la comedia sobre un equipo de amiguetes, All Stars, y su secuela Old Stars. El fútbol llegó al cine holandés, pero el sello del maestro Verhoeven, que su tras volver a Europa logró dos obras maestras tan opuestas como El libro negro y Elle, tenía que acabar algún día en el verde. En Hollywood dirigió RoboCop, Instinto básico, Showgirls y Starship Troopers entre otras, pero a los futboleros de nuestro país nos ganó con Desafío Total, cuya sintonía de Jerry Goldsmith queda asociada a la emoción de los prolegómenos del fútbol. Recurso del Canal+ original que pervivió durante lustros, quizá no alcanza la pletórica intensidad de los arreglos de Tony Britten sobre el Zadok el sacerdote de Händel para el himno de la Champions, pero hemos dado muchos respingos con ella. Un golazo del Tarareo Total.

*Texto sobre Desafío Total (EE UU, Paul Verhoeven, 2014), publicado en el número 82 de la revista Panenka.

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