Sean Connery y Richard Harris, enfrentados en ese mítico póster, parecen compartir balón en un descanso en el rodaje de Odio en las entrañas (The Molly Maguires, 1970), dirigida por Martin Ritt (El espía que surgió del frío, Norma Rae) y rodada entre los estudios Paramount y varias localidades mineras de Pennsylvania.
En la película, ambientada en las primeras revueltas de los trabajadores de las minas en Pennsylvania (EE UU) hacia 1875, no juegan al fútbol. Pero es curioso porque en un escenario muy similar, el de las minas y las factorías de finales del Siglo XIX en el Reino Unido, es en el que cuajaron los primeros partidos de fútbol lejos de los campos de las élites y los sportsmen. Trabajadores como estos que interpretan Connery y Harris fueron los que sacaron el football (soccer) de los colleges y empezaron a expandirlo por las clases populares y por todo el mundo.
Después de esta foto con su compañero de reparto, Connery, que jugó al fútbol de joven en Escocia y monopolizó el esférico ante la tímida presencia de Harris, se hizo una sesión con el balón (uno de esos típicos balones de soccer norteamericanos) por el set. Pinta de central limitado, pero contundente:
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