OPINIÓN

Sexo en Nueva York, 15 aniversario concurso

Sexo en Nueva York, 15 aniversario concurso
Sexo en Nueva York, 15 aniversario concurso
Sexo en Nueva York, 15 aniversario concurso

Hoy 3 de junio a las 19.15 horas comienza un maratón en Cosmopolitan TV con toda la serie Sexo en Nueva York, que se estrenó el 6 de junio de 1998. Cinco episodios por día, de lunes a viernes. Un total de seis temporadas, 94 episodios.

Carrie Bradshaw y sus amigas están de aniversario. Repasamos la influencia de la mítica serie con la opinión de expertos blogueros de tendencias. Y nos preguntamos, ¿cómo hubiera sido Carrie Bradshaw en la actualidad?

Además, os invitamos a concursar. ¿El premio? El pack de la serie al completo.

La moda sin reglas

por Ariadna Ferret, alias @fashionisima

Carrie Bradshaw se ha convertido en un icono de estilo gracias al trabajo de Patricia Field, la responsable de los looks de la serie. Curiosamente, Sexo en Nueva York ha envejecido mal estéticamente pero, en su momento, marcó un antes y un después en lo que a moda en televisión se refiere. Después, vinieron otros shows como Gossip Girl o, ahora, The Carrie Diaries. En todos ellos, la moda y los looks de sus protagonistas son casi tan importantes como el argumento. Además de los zapatos, tenía otros sellos de estilo muy marcados como las enormes flores en la solapa o el collar de oro con su nombre, bestsellers gracias a la serie.

La amistad femenina

por Araceli Ocaña, alias @aribradshaw

La relación entre Carrie y sus amigas no dista de la de otros grupos de chicas. Ellas son su familia (lejos de la carnal, los Bradshaw de toda la vida): bromean, se critican, se ayudan y hablan, claro, de relaciones. En la actualidad, poco habría cambiado, aunque posiblemente en sus conversaciones encontraríamos también la crisis, los problemas para pagar autónomos o lo cara que se ha vuelto la 5ª Avenida. Por supuesto, ellas no se conocerían de manera casual, ¡sino a través de sus blogs de moda!

El mundo gay

por Alfredo Murillo, alias @kortvex

Para Carrie Bradshaw tener un amigo gay no es más que el accesorio perfecto que toda chica de moda necesita, no tiene más importancia que un bolso o unos zapatos. Es el que le aporta ese toque moderno y de mujer sin prejuicios que tan rompedor era en los 90 y al que tan acostumbrados estamos ahora. Por eso, en la actualidad, es probable que Carrie no necesitara un amigo gay amanerado y que la haga reír para ser moderna, quizá le bastaría con una amiga lesbiana, que está menos visto, o incluso un chihuahua.

La columnista y su portátil

por María Giraldo, alias @fashionblogg

En 2013 Carrie diría: “No importa quién seas, sino quién dices ser.” Tendría un kit bloguero, que conlleva vivir pegado al cargador polivalente. No escribiría en casa: diría adiós a un post 2.0 al día sobre lo vivido en el 1.0. No tendría tiempo: el blogging ha muerto por culpa del microblogging y un par de horas sin 3G significa el olvido. Adiós a sus reflexiones en voz alta, sólo interesa el momentum: foto en Instagram de los cupcakes de Magnolia, video en Vine haciéndote la pedicura y un Twitter a favor de las pieles sintéticas. Carrie lo tendría claro: “El culmen de la felicidad: el día que fui Trending Topic mundial por enrollarme con Mr. Big”.

Los ‘Manolos’

por Lorena Pérez, alias @blocdemoda

Cada época define en las series la transformación moral del espectador. Sexo en Nueva York acentúa a la mujer actual que democratiza la moda en su vestuario y le da protagonismo a los zapatos. Fue Carrie quien popularizó al canario Manolo Blahnik, proponiendo sus diseños como objeto de deseo en un momento en que el consumismo no tenía el impulso de internet como generador de modas constantes. La adicción de Bradshaw resulta visionaria y hoy mantiene a los Manolos como referencia del fashionismo.

La revista Vogue

por Allison Carmeron, alias @carmeron de Devil Wears Zara

“Cuando llegué a Nueva York y estaba sin blanca, a veces compraba Vogue antes que comer. Me alimentaba más”. La revista se convirtió en un elemento recurrente en la serie, para terminar siendo una de las protagonistas de la ansiada película, con ese editorial de novias que desencadenó el (pelín forzado) drama. Carrie, columnista en la Vogue de los 90, seguramente postearía hoy sus estilismos en su blog con su portátil junto a la ventana de su apartamento. Y las marcas matarían por ella.

Icono Sarah Jessica Parker

por Jose Airam, alias @jose_airam de E-Coolsystem

Pocas series han contado con unos personajes tan icónicos como los de Sexo en Nueva York. Carrie es Sarah Jessica Parker y, a estas alturas, no entiendo por qué no se ha cambiado el nombre. Lo chic del personaje fagocitó a la actriz y su peculiar gusto hizo que las fashionistas del mundo entero murieran por algo tan hortera como los tutús. Ése es el gran éxito SATC. Imponer un lifestyle de lujo accesible arquetipeando a cuatro mujeres y conseguir hacer creer que cualquiera puede tener un Chanel.

Nueva York

por Isabel Leyva, alias @5thconbleecker

Sexo en Nueva York no escatimó en exteriores y nos mostró la ciudad como ninguna otra serie. Nos implicó con las historias de sus protagonistas, y aún sin hablar, nos emocionó con los fotogramas que mostraba. Sin ella, la serie no hubiera sido posible tal y como la conocemos. Tal fue la implicación, que cada uno de los lugares más in del momento y que las chicas no dudaban en nombrar siguen perdurando en la memoria de los fans. The Little Owl, The Odeon, La Piscine, MObar o el High Line, serían, sin duda, donde Carrie, Miranda, Samantha y Charlotte, se perderían este 2013.

El amor y el sexo

por Cecile, alias @petitececile

La serie ha creado monstruos. Mujeres que llaman a sus maridos Mr. Big. Lo que podría resumirse como la búsqueda del príncipe azul, en realidad ha sido una compleja muestra de cómo somos las mujeres a la hora de relacionarnos. Que para encontrar el amor primero hay que tener mucho sexo y que no hay nada malo en eso. De ambientarse ahora se vería afectada por la influencia que crean las redes sociales en nuestras relaciones. ¿Carrie en Twitter? Sí, por favor.

El Cosmopolitan

por Mariló García, alias @yonomeaburro

Samantha se los arrojaba a la cara a sus pedantes novios. Y Carrie se los bebía de tres en tres cuando Mr. Big la dejaba en la estacada. Lo que era muy a menudo. La coctelera también le servía de fuente de inspiración cuando se sentaba ante su portátil. La copa martini con ese mágico líquido rosa se hizo tan popular que 15 años después seguimos alzando el Cosmopolitan al grito de: “¡Mira parezco Carrie Bradshaw!”. Si Sexo en Nueva York se hubiese estrenado en 2013, John Hamm habría tenido un cameo, habría sido otro posible Mr. Big de Carrie, con su Whisky Sour en la mano. Y Carrie seguiría bajando la mirada y derritiéndose por dentro con su Cosmo en la mano.

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Y ADEMÁS….

CONCURSO CINEMANÍA y COSMO

Te regalamos la serie completa de ‘Sexo en Nueva York’

¿Qué tienes que hacer? Muy sencillo. La serie en dvd completa, con el estiloso estuche en forma de joyero, será tuyo si nos cuentas qué ha significado en tu vida Carrie Bradshaw. ¿Te aficionaste al Cosmopolitan, te vistes con tus propias reglas, conociste a tu Mr. Big…?

Escríbenos a cinemania@prisarevistas.com, en Facebook o Twitter #Bradshawmania Y no te pierdas la programación especial de Cosmopolitan Televisión, que emite desde el 3 de junio la serie al completo –cinco episodios diarios– de lunes a viernes (19.15 h.).

La primera película se estrenará el jueves 27 (22:30 h.).

Más info del maratón en SexoenNY15aniversario.com

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