¿Se ha comido Russell Crowe a Russell Crowe?

Asustaditos nos hemos quedado al ver esta semana a Russell Crowe en la premiere de su próxima película Los próximos tres días, un thriller de acción dirigido por Paul Haggis en el que el actor australiano intenta sacar de la cárcel a su mujer (Elizabeth Banks) acusada de un crimen que dice no haber cometido. Y sí, he dicho acción, así que el actor corre y corre, salta, brinca... Vamos que fue un rodaje en el que no paró, que tampoco era hacer de El Nota para ponerse así. Pero quién sabe, a lo mejor Haggis le vio venir, temió que se pusiera como un sollo y le hizo pasar tanta hambre que Maximus (nuestro icono ha crecido muuucho) tuvo que empezar a comerse a sí mismo por los pies. Con la buena pinta que tenía en este vídeo histórico en una versión de Rocky Horror Picture Show. Si al final da pena y todo. Aunque como siga así va a ser que Haggis no le contrata para el Celda 211 yanqui.

Y mira que tras Robin Hood pensamos que Russell volvía a su tamaño de antaño. ¿¿Pero habéis visto sus ojillos?? Casi ni puede abrirlos oprimidos con sus mofletones, a pesar de que lo intenta porque al chico se le ve feliz. Será porque ahora no tiene ningún rodaje a la vista y puede relajarse a gusto... y comerse con tranquilidad.

Russell no está solo

La buena noticia es que muchos otros actores se comieron a sí mismos antes y aún siguen trabajando. Tenemos los típicos casos de Mickey Rourke alimentándose de su yo ochentero.

O el de Stallone, tragándose poco a poco sus musculitos de culturista.

Y qué me decís de Johnny Travolta? ¿Será él quien se coma las placentas de su mujer Kelly Preston? ¿O fueron les Big Macs de los 90? (Por cierto que John Travolta ya ha elegido nombre para su próximo hijo, será Benjamin).

Lo que está claro es que en Hollywood que ellos cojan kilos y kilos y kilos (y kilos y kilos…) de más no es un gran problema, como mucho nos echamos unas risitas malignas... pero amigo si la que engorda es una mujer... Ah, entonces el tema cambia completamente y sino que se lo digan a Kirstie Alley, repudiada en un reality show absolutamente indigno llamado Big Life en el que la torturan en directo para que pierda sus gramillos… (sic)

Pues mirad lo que os dice: FAUN!

(Venga que os lo habéis comido)