Ronaldo, la dura realidad y 'Evasión o victoria'

Siempre me escamó eso de que la realidad supera a la ficción. Nunca acabé de creérmelo. Hasta que unos soldados imperiales de Star Wars me atacaron en mi despacho. Ahí dudé, es cierto. Pero vinieron en son de paz y se me pasó. Ni siquiera el golazo de Wayne Rooney en el derbi de Manchester me hizo desconfiar del poder de la imaginación sobre la realidad. Y para eso, Evasión o victoria es mi Biblia: la película más mítica sobre fútbol ha confirmado mi certeza de que lo que te ofrece el cine es inigualable, muy superior a lo que ves por ahí en cualquier esquina de cualquier terreno de juego. Ver tocar el balón a Michael Caine hace que olvides tus pesadillas reales con ese lateral derecho de tu equipo que te tiene frito.

Ah, sí, lo de Wayne Rooney contra el Manchester City. Pues eso, que inmediatamente surgieron comparaciones con el tijeretazo de Pelé en Evasión o victoria (la de Hugo Sánchez contra el Logroñés era otro deporte, está hors catégorie). Me reafirmo: a no ser que Max von Sydow desde su localidad de privilegio en el Stade de Colombes me desmienta… ¿Cómo va a ser mejor la chilena del jugador del United? ¡Si le pega con la espinilla! Además, vas a comparar la defensa del City con los dos centrales nazis de Evasión o victoria. Y toda la puta Gestapo en la Tribuna. Afilando las garras.

Sin embargo, la retirada de Ronaldo Nazario de Lima me ha devuelto las dudas. Muy razonables. Y Evasión o victoria vuelve a estar al quite. El fenómeno era tan bueno, que los cinéfilofuboleros nos atreveríamos a decir que podía haber jugado en el equipo aliado como un antillano más igual que Pelé, alias Luis Fernández. Aquel gol del Multiusos de San Lázaro es la prueba. Y el gratísimo artículo de Juan L. Cudeiro en El País(“Imparable, mejor que Messi y CR”), la chispa que me hizo volver a recurrir en Evasión o victoria para salvaguardar mis creencias más firmes. Esta vez lo tenía más complicado, pero la comparación vuelve a ser posible y mi fe se mantiene inquebrantable. Ronaldo se inventó aquel golazo contra el Compostela, y después lo resumió así:

"Cogí el balón en el centro del campo, fui hasta el área y marqué".

Lo hizo, y después lo contó. Y lo contó exactamente igual que Pelé en mi escena favorita (aunque cada día tengo una, eso es cierto) de la película de John Huston. Aquí está...

La diferencia es que, aunque se adelantó, Pelé sólo lo dijo. ¿Supera entonces por fin la realidad a Evasión o victoria? Un momento: Pelé estaba lesionado, brazo en cabestrillo… ¡Y el partido acabó antes de tiempo por invasión de campo!

Quién sabe de lo que hubiese sido capaz O Rei en la prórroga.

Evasión o victoria es la monda.

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