OPINIÓN

Mogollón electoral: el cine chungo español también salía a votar

Mogollón electoral: el cine chungo español también salía a votar
Mogollón electoral: el cine chungo español también salía a votar
Mogollón electoral: el cine chungo español también salía a votar

Cualquier cinematografía mundial tiene sus "ego-movies": películas al servicio de alguien que, convencido de su fama y talento, prepara una con él como alfa y omega que, por supuesto, escriben, protagonizan y dirigen. En el nuevo milenio hemos llegado a tener algún film a mayor gloria de videobloggers y youtubers, pero esto no es nada nuevo: en los 80 y en nuestra Serie Ñ teníamos derroches parecidos de ego a cargo de gente como... Pedro Ruiz.

Aunque hoy sea imposible de imaginar, el ex de Inma del Moral llenaba salas de fiesta de toda la España de la Transición. De repente el país volvía a tener cosas como libertad para votar, y vivía obsesionado por la política. Era el entorno ideal para el humor de Ruiz, que se labró su carrera dando la matraca con chistes sobre Suárez y la UCD, al margen de un montón de imitaciones de distinta calidad. Llenaba teatros avisando de que venían los socialistas y grabó varios discos imitando a Santiago Carrillo, pero la tele se le resistía, muy a su pesar, como se quejó en muchas ocasiones. El cine, sin embargo, tenía muchos menos filtros que una TVE controlada por el gobierno.

Así, el señor Ruiz confeccionó un guión que el mismo interpretaría y hasta dirigiría, para decir las "verdades del barquero" sobre la política y esa España nueva que él mismo no reconocía. Lo título El día del presidente. El resultado... un film absolutamente INSUFRIBLE, aburrido y sin ninguna gracia, como suele pasar siempre en las "películas de humoristas" de por aquí. Haced un repaso mental de las cintas protagonizadas de gente como Cruz y Raya o los Morancos y comprobaréis, que efectivamente, estos films no hacen gracia ni al Poli Risitas.

presidente

Ruiz interpretaría al presidente del gobierno español, en un día en el que tiene que dirigirse a la nación en un importante discurso. Claro que durante el día tiene que recibir y negociar con todo tipo de políticos y representantes. Ruiz nos muestra así lo atadas que están las manos del dirigente de la nación, que tiene que ceder ante el poder de los EEUU o la Iglesia y que tiene que perder su valioso tiempo atendiendo a las reivindicaciones de los gays o de asociaciones de ciudadanos.

Así, el film es una imposible sucesión de REUNIÓN TRAS REUNIÓN del presi con unos y otros. Diálogos eternos con algún juego de palabras sin gracia, con algún chiste verde y/o de maricas de los de toda la vida para dar variedad. Y poco más... rodada en su integridad en los interiores del palacete, Ruiz está presente en TODAS las escenas y hace lo posible por figurar como galán a la merced de la burocracia y la futilidad de esta democracia recién nacida. Todo esto rematado por dos discursos, uno al principio y otro al final, para mayor gloria de la oratoria de Ruiz: interminables planos para el discurso final (lleno de compromisos políticos) y el que querría dar: una renuncia del cargo con un discurso de un liberal que espantaría a Artur Mas.

La película fue repudiada por crítica y público, y hasta por el mismo Ruiz, si me apañáis. Así que su próximo proyecto, los productores tomaron medidas: pusieron al cargo a un director veterano (Ramón Fernández) y cedieron el protagonismo a actores profesionales como Agustín González o Florinda Chico. Además, optaron por un título que dejara claro que la cosa iba de risa: El gran mogollón, título absurdo que podría valer lo mismo para una peli de campamentos que para una de cuarentones metidos en adulterio.

el-gran-mogollon

Pero la esencia del producto era similar: una "comedia" sobre política en la que Ruiz seguiría siendo el principal reclamo, ahora dedicado a la imitación de famosos sin parar, que es lo que le había puesto en la escena. El VHS destacaba este hecho: "Pedro Ruiz dando vida al gran mogollón, a 20 personajes reales, 20 caracteres". Y era verdad: a base de prótesis y demás, el tipo se dedicaba a hacer de Felipe González, Carrillo, Fraga.... Por supuesto, sin hacer ninguna gracia.

El argumento hablaba de como una modesta formación política de izquierdas, boniatos el Partido Ecologista Revolucionario, sin más interés que el de cuidar de las vacas de la aldea y cultivar resultaba ganador de las elecciones. Y su secretario general, un progre de libro y alcalde de un pueblo se ve con el papelón de convertirse en el presidente del gobierno. Mientras, los líderes políticos de la época, se dedican a mostrar su desacuerdo con las situación e intentar ganarse al nuevo mandatario, todos recreados con las "geniales imitaciones" del caricato catalán, para quejarse opinar . Unas insoportables apariciones de José María García y Joaquín Arozamena redondean el lamentable conjunto.

Butanito

La película funciona bien cuando centra la mirada en la vida de una pequeña comuna, dedicada al cultivo de boniatos y berros, y la figura de un simple político de aldea que se encuentra con el papelón de ser el futuro presidente del gobierno. El mensaje es el mismo que dice tu cuñado del coletas de Podemos: "ya verás como cuando manden se olvidan de todo lo prometido". No se llamaban así, pero ahí tenemos a los hippies presionados por la burocracia y las instituciones. Agustín Fernández hace un buen papel y el planteamiento inicial tiene cierta gracia. Hasta nos hacemos ilusiones de ver una cinta entretenida, igual que cuando ganó la UCD, la gente tenía cierta esperanza en esto de la democracia.

Pero al igual que los partidos de las transición no nos han traído más que disgustos, todo se estropea cuando llega el turno de lucirse de Ruiz. El tipo se dedica imitar a todos los líderes políticos nacionales y extranjeros, a Hermida, y hasta a Julio Iglesias en una escena de auténtica vergüenza ajena. Eso sí: las prótesis estaban bastante conseguidas. El resultado es similar al de uno de los engendros de Godfrey Ho, con su montaje de ninjas y occidentales dándose hostias para rellenar. Si me dicen que las partes de Ruiz las ha dirigido él mismo, me lo creo.

Y no os lo perdáis: Ruiz tenía ideas para hacer más largos, incluida una parodia de la tele, donde imaginamos se dedicaría a enviar recados a esa gente que impedía su triunfo en la caja tonta. Como al final consiguió su ansiado espacio, donde hacer sketchs y secciones variadas, se olvidó de la tontuna esta del cine.

Solo podemos imaginar lo que hubiera hecho nuestro "ídolo" en la situación actual, con él parodiando a Pablo Iglesias y Albert Rivera, acompañado de Dani Rovira para darle la réplica y dirigido por Santiago Segura.

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