Marlon Brando también se juega el descenso

"Este es el partido más importante de mi vida", le contó el arquero Oscar Alfredo Ustari a José Antonio de la Rosa en el diario AS. Valiente (jugándose incluso el bofetón estético), el cancerbero argentino del Getafe, el fichaje más caro de la historia del club azulón, se reafirmó moralmente luciendo la estampa poderosa (y filo gay) de Marlon Brando en Un tranvía llamado deseo, en vísperas del trascendental encuentro ante la Real Sociedad de San Sebastián el sábado en Anoeta (¿Un tranvía llamado permanencia? Me lo han dejado a huevo). Queda la duda sobre si Ustari habrá visto alguna vez la película sobre la obra de Tennessee Williams, que me da a mí que no. Pero lo desgarrado de sus palabras no sonó a truco de Stanislavsky, ni a discurso del método Lee Strasberg, porque lo que le viene no va a ser una película, sino un día perro de verdad: lo mismo que en Donosti hay una ciudad en vilo, en Getafe se la juegan el club, su presidente-gerente-directortécnico-delegado-portavoz Ángel Torres, el entrenador Míchel, la plantilla y hasta el emir de Dubai, además del propio Ustari, acusado siempre de irregular en sus actuaciones, un poco al estilo incontrolable y genial del actor. Pero ni siquiera entre el caos del rodaje de Apocalyse Now pudo sentir Marlon Brando la presión que getafenses y txuri-urdines notarán en esta última jornada de Liga con el agua al cuello. El horror, el horror.

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