'Mad Men', el final de una era

Cuenta atrás para el último episodio de la serie que puso de moda lo retro. ¿Cómo acabará Mad Men? Preguntamos a varios expertos sobre los posibles finales de Don Draper. La solución: el 18 de mayo en Canal+ Series, un día después que en Estados Unidos, con el episodio 7x14, Person to Person.

Y bailará sobre su tumba. La pregunta no es sencilla. ¿Morirá Don Draper como vaticinan los títulos de crédito o seguirá vivo en nuestro tiempo para demostrar que, a pesar de todo, sigue siendo el mismo? Nuestros expertos seriéfilos, autores de algunos de los mejores textos que se han escrito sobre la serie de Matthew Weiner, tampoco las tienen todas consigo. Mientras unos apuestan por el suicidio, la soledad y la infelicidad, en cualquier caso; otros, los menos, se decantan por un final agridulce o/y ambiguo al estilo de Los Soprano.

Me gustaría pensar que Don no acabará solo, hasta el criminal Tony se permitió una última (es)cena rodeado por su familia. Quiero creer que Sally, su hija, la única persona con la que ha sido sincero, estará junto a él, como artífice de un homenaje o de una campaña deudora del mejor Draper, preparándole, nostálgica, un Old Fashioned, como aquel que preparaba Don al dueño de la cadena Hilton y que recojo en mi libro Cócteles fuera de serie (Lunwerg, 2013). Porque si Don ejemplifica el fin de una era, lo será hasta sus últimas consecuencias. Si hay un salto en el futuro (¿alucinógeno?), ojalá suene la música y Don baile en vaqueros sobre su tumba.

Raquel Crisóstomo, coordinadora del libro Mad Men o la frágil belleza de los sueños en Madison Avenue (Errata Naturae, 2015) 

Acaba la era Mad Men. Mucho han cambiado las cosas desde aquel El humo ciega tus ojos. El icónico (y alcohólico) Don descendió a los infiernos y aprendió a convivir con sus fantasmas, aunque nunca dejará de ser ese hombre del abismo que cae de pie como los gatos. Sin duda, lo importante es el camino. Y cualquiera lleva a un final agridulce, porque en Mad Men –como en la vida– la felicidad completa nunca tuvo cabida. @RCCrisostomo

Enric Ros, coordinador del libro Mad Men o la frágil belleza de los sueños en Madison Avenue (Errata Naturae, 2015)

Lo confieso: no tengo ni idea de cómo será el final de Mad Men. Aunque sí sé cómo no va a terminar. No imagino a Don estrellándose contra el pavimento ni tomando un Daikiri en Malibú. Espero un final tan ambiguo y brillante como el de Los Soprano, en el que su hija Sally tome el relevo como la nueva Mad Woman de la postmodernidad. Así, Weiner podrá proclamar a lo Flaubert: I am actually Sally Draper. @EnricRos

Jorge Carrión, autor del texto La mirada masculina y la mujer moderna, del libro Mad Men o la frágil belleza de los sueños en Madison Avenue (Errata Naturae, 2015)

No sé si lo leí o lo soñé. Mad Men termina con un flashforward de Don en el presente, entrevistado en el estilo de un falso documental, hablando de los orígenes de la publicidad moderna. Eso solucionaría la gran obsesión de las series y de los espectadores: que los tres o cuatro minutos finales de una ficción que se ha prolongado durante decenas de horas sean sorprendentes y originales. Con esa entrevista a Don Mad Men conseguiría destacar, como ha hecho siempre, con un monólogo inesperado e inolvidable. El problema es cómo serán los muchos minutos previos de ese capítulo final. @JorgeCarrion21

Enrique Bueres, autor del texto Veinte momentos de Mad Men que no olvidaré cuando esté muerto, del libro Todavía voy por la primera temporada, editado por Edu Galán (Léeme, 2014)

Terminará mal. Será un final a lo Carver o Yates, que, en cierto modo, viene a ser lo mismo. Podría ser un suicidio y así se cerraría el círculo de la silueta trajeada que se desmorona hacia el vacío mientras suena, por ejemplo, la música de otra suicida, Amy Winehouse. Weiner quizá nos dé alguna pista, en forma de canción de despedida, que será conmovedora e inquietante. Y Draper, de espaldas, encerrado en su mundo oscuro y perdido, víctima y verdugo de su silencio. @EnriqueBueres

Brett Martin, autor del libro Hombres fuera de serie (Ariel, 2014)

No tengo ni idea de cómo terminará. Y me temo que no tengo una buena respuesta para tu pregunta. En realidad, eso es exactamente lo que quiero. Y para ser justos te confieso que di la misma respuesta con el final de Los Soprano y de Breaking Bad. Siento no ser más apasionado… @BrettMartin

Dyna Moe, autora del libro Mad Men.  Su mundo ilustrado (Norma, 2012)

Creo que Don Draper morirá. Se ahogará con un cacahuete. Será muy decepcionante. La alternativa es que siga vivo ahora y tenga 96 años. Pero ser un donjuán elegante y moderno a los 90 será muy duro. Si deja Manhattan subirá al cielo en un rayo de luz. No creo que llegue a ser feliz, ¿hay alguien que lo sea? Creo que al final de la serie veremos… una explosión nuclear. @DynaMoe

Santiago Gimeno, autor del texto Mad Men y el arte de la exactitud, en el libro Guía de Mad Men. Reyes de la Avenida Madison (Capitán Swing, 2010)

La soledad como condena.  Aristóteles decía que el hombre solitario era una bestia o un dios y nadie debería dudar a estas alturas de la deidad de Don Draper. Un ‘Ad Man’ de dimensiones mitológicas al que imagino completamente solo y despojado de identidades en un desenlace petulantemente alegórico. Como en la Antigua Grecia, Don merecería ahogarse ‘Ad Eternum’ en la laguna Estigia y nosotros, por admirarle ahora y siempre, pagar ignorantes con la misma moneda @SantiGimenoA

Aloña Fernández Larrechi, autora de Nueva York en serie (Léeme, 2014), en el que dedica un capítulo a Mad Men, el Nueva York de los 60

Flashfoward 1986. Funeral de Roger Sterling, un acontecimiento reúne a la plantilla original de la agencia. Don trabaja en Broadway, promocionando musicales y vive en su apartamento sesentero de Greenwich Village, esperando a que llegue cada domingo para reunirse con sus hijos y sus nietos. @Anade

¿Cuál es tu final para Don Draper?

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