Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl

Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl
Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl
Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl

Andaba yo un poquito mosca con Daniel Brühl. Y no sólo porque me parece un actor muy sobrevalorado. Eso no es estrictamente culpa suya: quizá el mismo pueda resultar también una víctima de ser considerado como un 'chico de moda' por medio mundo. Aparte de eso tengo una razón poderosa para estar molesto con él. Poderosamente subjetiva, quiero decir.

En su reciente libro Un día en Barcelona, Brühl hace un recorrido gafapastero y rehén del cliché colorista de la ciudad por los lugares de su memoria sentimental (nació aquí y se crió en Alemania). El fútbol no se libra de esa mirada, así que entre elogios a su Barça, comete el error de despreciar a otro de los equipos de fútbol de Barcelona. Mi equipo. El Espanyol. Un club histórico y queridísimo. Tiene narices además que Brühl, políticamente correcto en todo el libro, deja de desplegar su amable fórmula sólo para definir al club blanquiazul y lo hace de la manera más dolorosa posible, despachando a lo que no es el Barça con ese desprecio tan típicamente culé que olvida que existe otra ciudad, otra Barcelona, otra Cataluña, otro mundo.

Pelillos a la mar. Sobre todo después de una buena entrevista de mi compañero @manupinon en el número de septiembre de CINEMANÍA, en la que off the record el actor hispanoalemán se excusa educadamente por la mención al Espanyol de su libro. Además de que me cae bien por futbolero, hay un par de detalles que me reconcilan con el actor hispanoalemán. Dos películas.

La primera es Rush, filme dirigido por Ron Howard y escrito por Peter Morgan, el guionista de la maravillosa The Damned United, en el que Brühl da vida al mítica piloto de Fórmula 1 Niki Lauda. Tengo muchas ganas de verla. Buenísimas vibraciones.

La segunda es Unidos por un sueño, una curiosa y desconocida película alemana sobre balompié, la mejor razón para aparecer por este blog. El filme (Der ganz große Traum en el original alemán; Lessons of a dream en su versión inglesa), dirigido en 2011 por Sebastian Grobler, no se llegó a estrenar en España en el cine (es raro, Daniel Brühl tiene cierto tirón y se estrenan cosas mucho peores) pero Paramount la ha editado en DVD hace ya algunas semanas y merece la pena rescatarla.

Unidos por un sueño cuenta la pequeña historia de Konrad Koch, un profesor alemán que vuelve a su tierra natal para enseñar inglés en un colegio después una larga estancia en Inglaterra allá por 1874, con el nacionalismo alemán a toda máquina. Para superar los prejuicios contra todo aquello que huela a británico en la escuela (por la sociedad germana de la época, representada por el claustro de profesores, pero también por algunos alumnos) y las dificultades del aprendizaje, el profesor Koch, interpretado por Daniel Brühl, echará mano de un compañero de viaje que ha llegado con él desde las Islas: un balón de football.

Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl

Los métodos modernos de Koch (¿divertirse aprendiendo? ¿disfrutar haciendo deporte? ¡Anatema!) chocarán con la tradición germánica, al estilo de los trucos del profesor Keating en El club de los poetas muertos (también él usaba el soccer para enseñar poesía, curiosamente), pero entre peripecias amorosas (mamás de alumnos) y dejes sociales (niños de familias pobres con becas en colegios de ricos), incluido el momento "Yo soy Espartaco", Koch irá metiendo el balompié en la cabeza de los chavales hasta cambiar los prejuicios contra los usos ajenos.

Hay algunas razones para que una película de fútbol tan sencilla, con una fórmula tan manida, estéticamente correcta pero rutinaria, acabe cayendo simpática. Y el propio deporte no es aquí un obstáculo, como en tantas otras películas balompédicas.

1. El protagonista, Daniel Brühl, además de futbolero en la vida real, se defiende con el balón en los pies. No hacen falta efectos especiales. Incluso aunque esas pelotas del XIX parecían balones medicinales.

Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl

2. Al tratarse de pioneros del fútbol, el juego puede ser rudimentario y por tanto es creíble la precariedad de los partidos y la falta de calidad de los jugadores. El contexto del fútbol en la escuela y en los ratos libres en el parque, ayudan. Queda así salvaguardada la verosimilitud del conjunto.

Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl
Las lecciones balompédicas de Daniel Brühl

4. No deja de ser interesante (y original, no hay mucho cine vinculado a esta etapa del balompié) la apelación a los orígenes del fútbol, no sólo para conocer esa página de la historia, de cómo el fútbol salió de las universidades y colleges ingleses a través de algunos profesores y alumnos, antes incluso de que los barcos británicos lo expandiesen por el mundo a través de sus marineros en los puertos. También para desvincularlo de la parte de negocio desmesurado y espectáculo atorrante en que se ha convertido.

Sigue 'Fútbol y Cine' en TWITTER

Todos los días, a todas horas, noticias de cine y series en CINEMANÍA

Mostrar comentarios

Códigos Descuento