OPINIÓN

Just Cause 3: Explosivamente divertido

Just Cause 3: Explosivamente divertido
Just Cause 3: Explosivamente divertido
Just Cause 3: Explosivamente divertido

El análisis de Just Cause 3 es muy sencillo. Seguramente sea el juego más divertido del año. Avalanche Studio nos devuelve a Rico Rodríguez como protagonista de un juego el que deberá liberar a su patria de la dictadura del General Di Ravello. Para conseguirlo Rico necesitará la ayuda de sus amigos, su famoso gancho (...el gaaaaancho…) y una gran capacidad de inventiva para hacer saltar las cosas por los aires.

El juego nos lanza, literalmente, sobre un extenso mapa formado por varias islas (ficticias) en el Mediterráneo, en plena revolución popular. Rico deberá liderar a las guerrillas civiles en su lucha contra la opresión liberando distintas zonas y ciudades del yugo militar de Di Ravello. Just Cause 3 se plantea como un sandbox que ofrece una enorme libertad. En todo momento podrás visitar cualquier punto del mapa, usar cualquier vehículo y, literalmente, liarla parda. Y es que la prudencia y el sentido común son herramientas poco útiles en esta revolución si las comparamos con el poder de la imaginación y los explosivos.

Más allá de lo entretenida que resulta la historia principal y las misiones secundarias, como en todo buen juego de este tipo que se precie, Just Cause 3 engancha enormemente por su divertida espectacularidad. Hay poco juegos que permitan al jugador pasárselo tan bien con una inofensiva y destructiva libertad: puedes llenar una avioneta de explosivos, unirla a un tanque pesado y a una cabra y lanzarla contra una refinería de combustible. La cabra no es imprescindible, pero le añade un toque elegante. Y como es un videojuego, a la cabra no le pasa nada…

Enganchar unos cuanto vehículos en una concurrida calle puede provocar un caos de enormes proporciones en apenas unos segundos, de los que dan ganas de sentarse en una silla a contemplar el espectáculo. Según empiezan a explotar cosas las situaciones se van fácilmente de las manos con la llegada de enemigos a la zona, helicópteros, tanques y tropas de asalto. El ataque a los puestos de mando y bases enemigas, dejándonos caer en paracaídas mientras derrochamos munición a lo loco es otro ejemplo de destructiva diversión. La verdad es que en todas nuestras horas de juego no hemos encontrado demasiadas limitaciones a nuestra inventiva aplicada a la demolición y el espectáculo…

Normalmente este tipo de juegos tan abiertos suelen contar con un apartado técnico justito, pero Avalanche nos trae un juego que está muy cuidado. No diremos que visualmente sea el más complejo de este año, pero sí que sus gráficos están cuidados y tiene suficiente detalles de calidad para poder estar, sin ningún tipo de complejo, entre los mejores juegos del año. El escenario está poblado, es bastante variado y realista, las físicas están muy bien logradas, hasta que empieza el desmadre y se inicia cierta “suspensión temporal de la realidad”, por llamarlo de alguna manera, que permite que las cosas salten por los aires envueltas en llamas como en los más alocados sueños de Michael Bay.

Si eres de los que usan los videojuegos simplemente para pasarlo bien, Just Cause 3 es uno de los títulos imprescindibles del año. si eres de los que buscan acción intensa, también. Just Cause 3 es un título de gatillo fácil en el que lo importante es el jugador no se aburra nunca.

Esto es Bazinga!, donde ninguna cabra ha sido dañada en nuestra lúdica reconversión política.

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