Guardiola, Finidi, Iniesta y todo el fútbol de 'Ocho apellidos catalanes'

A los tópicos regionales, políticos, terruñeros de la ¿saga? Ocho apellidos les van que ni pintadas las referencias futbolísticas. Y si dos de los Ocho apellidos vascos de la primera entrega eran futboleros, la secuela ambientada en Girona tampoco se libra del balompié. Desde los títulos de crédito, en los que muy sutilmente se pueden leer algunos (Guardiola, Busquets, Puyol... ¿Ocho apellidos barcelonistas?) apellidos en rodillo justo antes de que se encajen los de los protagonistas de la película.

El Athletic-Betis como derbi de la comedia popular hispana, o españolada postautonómica, de la primera entrega no tiene continuidad en Ocho apellidos catalanes. El Barça lo llena (casi) todo. Aunque vuelve el Betis, por supuesto, el equipo de Rafa (Dani Rovira, que en realidad es de Málaga y malaguista), que ya en la primera entrega aseguraba que era "el socio 14.430 del Real Betis Balompié”. La cita al tocayo Rafael Gordillo como alma mater bético se repite, y se nos presenta al caballo en el que el personaje de Rovira da paseos a las guiris por Sevilla: de nombre Finidi (por Finidi George, el simpático futbolista nigeriano que tan buen recuerdo dejó en Heliopolis), el propio Rafa reconoce en el arranque sevillano del filme que le paga la tarjeta "trimestral" del Betis aunque no puede llevarle a los partidos.

A partir de ahí, monólogo barcelonista, arrasando con el porcentaje de posesión. La plaza mayor de Soronelles, el (imaginario) pueblo gerundense de la película pasa a llamarse Plaça de Pep Guardiola, en lugar de estar dedicada al monarca de la Corona de Aragón Jaume I, en cuanto Catalunya se independiza, aunque sea sólo para contentar a la yaya Roser, el personaje Rosa María Sardà. La ubicua camiseta del FC Barcelona (el Espanyol no existe) aparece cuando entran en la escena catalana los sevillanísimos Alfonso Sánchez y Alberto López (El cabeza y El culebra), dispuestos a pasar inadvertidos entre la testosterónica catalanidad reinante en el filme. Iniesta también aparece mencionado, en un gag para recordar a los valientes que se atrevieron a tirar cohetes para celebrar su gol en la final del Mundial de 2010. Lo que no resuelve el filme (lástima, había un posible golpe de efecto ahí incluso para aportar ideas) es en qué Liga va a jugar el Barça a partir de ahora, aunque sólo sea para dejar tranquila a la yaya.

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