Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

El partido de Gerard Butler (Esta noche jugamos en el infierno)

El partido de Gerard Butler (Esta noche jugamos en el infierno)
El partido de Gerard Butler (Esta noche jugamos en el infierno)
El partido de Gerard Butler (Esta noche jugamos en el infierno)

Cuando hace ya algunos años descubrimos El partido de sus vidas (The Game of their Lives, 2005), película sobre las andanzas de la selección de EE UU en el Mundial de Brasil en 1950, nos sorprendieron un par de cosas o tres. Una de ellas, quizá la que menos viene al caso ahora, fue que la película sólo hablaba del éxito de los norteamericanos al vencer 1-0 a la selección de Inglaterra (unos días después llegó el gol de Zarra con el que España también doblegó a los ingleses: mira que hemos vivido décadas de ese gol pero todavía estamos esperando la película). El filme de David Anspaugh se olvidaba por completo de los demás partidos de aquel campeonato (dos derrotas: por 5-2 ante Chile y 3-1 ante España) en el que no pasaron de la primera fase. Como si no hubiesen existido. Como si hubiesen viajado a Belo Horizonte (allí se jugó el encuentro EEUU-Inglaterra) sólo para jugar aquel partido como una final.

A pesar de que la película era más bien floja y evitaba tirar del hilo de la historia del goleador de aquel encuentro, Joe Gaetjens, un haitiano-norteamericano que cayó en el olvido y tenía una vida de ascensión y caída muy apetecible, sí era un avance en cuanto a las relaciones de Hollywood con el fútbol, y también suponía un pasito más en la recreación histórica de un partido de fútbol, algo en lo que luego ahondó con éxito la película alemana El milagro de Berna.

En fin, la última de las cosas que nos sorprendió, aparte de que no se estrenase en los cines de España, fue el reparto, raro, en el que aparecía un Wes Bentley que empezaba a aceptar cualquier papel después de su fugaz éxito de 1999 con American Beauty, y en el que también nos sonaba un tal Gerard Butler, al que seguramente recordábamos de esa odiosa película que fue la adaptación de El fantasma de la ópera de Joel Schumacher, aunque seguramente lo teníamos en la punta de la lengua por ser el tipo que corría detrás de Angelina Jolie en la segunda película de Lara Croft: La cuna de la vida. Butler era el cancerbero de aquel equipo de EE UU, con lo que tenía más sencillo aprobar el examen futbolerocinéfilo de su toque de balón: con el juego de manos y con saber ponerse la visera le valía. Menos suerte tuvo Bentley, pero entre el montaje del filme y los años de soccer en el insti, también pasó la prueba.

El partido de Gerard Butler (Esta noche jugamos en el infierno)

La cosa quedó ahí, hasta que Butler y sus pectorales se convirtieron en estrellas con la batalla de las Termópilas de 300. Ser protagonista de Rockanrolla, el filme que nos reconcilió con Guy Ritchie, y tener una escena en el estadio Emirates de Londres junto a Mark Strong en aquel filme, me hicieron poner la antena. Resultaba que el tipo era un escocés nacido en Paisley en 1969, y que el verdiblanco del Celtic de Glasgow corre por sus venas católicas. Su foto junto al mítico Henrik Larsson en un partido benéfico disputado en el estadio Celtic Park [en la imagen, Butler, en un lance del encuentro disputado el año pasado] es histórica, aunque sea sólo por la tableta de abdominales que luce el actor.

Pero ha sido una noticia de estos días la que puede elevar a Gerard Butler a la categoría del Sylvester Stallone de Evasión o victoria. Si bien su papel en El partido de sus vidas ha pasado muy inadvertido, parece que Hollywood prepara una adaptación a lo grande del histórico Partido de la Muerte disputado en Kiev durante la II Guerra Mundial entre nazis y prisioneros ucranianos que habían jugado en el Dynamo de Kiev (el mismo que originó libremente el guión de Evasión o victoria y varias películas más [aquí puedes encontrar la historia ampliada], entre ellas un filme ucraniano de este mismo año: The Match). Butler interpretaría en el filme, del que se desconocen más detalles, al heroico portero del Dynamo Nikolai Trusevich, con lo que su prestigio futbolero seguirá subiendo muchos enteros.

El partido de Gerard Butler (Esta noche jugamos en el infierno)

No contento con ello, el actor escocés estrena a finales de este año la película Un buen partido (Playing for Keeps), dirigida por el lacrimógeno cineasta italiano Gabriele Muccino (En busca de la felicidad, Siete almas). En ella, y rodeado en el reparto de Jessica Biel, Uma Thurman, Catherine Zeta Jones y Dennis Quaid, interpreta a un ex futbolista que desarrolló su carrera en Europa y ahora, retirado, vive en EE UU, apartado del mundanal ruido, para poder estar cerca de su hijo. Para poder cumplir con sus obligaciones de padre, acabará entrenando a su equipo de fútbol, así que (¡Albricias!) tenemos una nueva película de papá entrenador para esta Navidad, en la línea del Steve Guttenberg de Somos los peores y de Will Ferrell en Kicking and Screaming. La relación entre el soccer, nuestro fútbol, y Hollywood, está en manos de Leónidas. Esta noche igual cenamos en el infierno, pero con fútbol.

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